Alberto Saiz es un jugador grande (2,01 m) y de gran envergadura que desarrolló toda su etapa de formación en Galicia, primero en el C.B. Allariz y después en el Ourense Baloncesto, entrando en dinámica del equipo de LEB Oro cuando aún estaba en la categoría junior.
Ya dentro de la etapa sénior disputó con Betanzos la liga EBA durante dos campañas y fue fichado por el Basquet Coruña a mitad de la temporada 2014/15 para reforzar el conjunto de la categoría de bronce y ayudar en la plantilla de LEB Oro.
En la Temporada 15/16 se fue a Cantabria de la mano del Pas Piélagos en donde coincidió con el examarillo Julio Claver disputando un total de 22 encuentros.
Ambos jugadores decidieron cambiar de aires la siguiente campaña para recalar en el Igualatorio Cantabria Estela con el que se proclamaron campeones del grupo A-A de liga EBA disputando la fase de ascenso a LEB Plata.
Alberto continuó una temporada más en la categoría con el conjunto del Estela pero su intención de terminar los estudios de fisioterapia le llevaron a renunciar el pasado ejercicio a un exigente calendario de partidos y entrenamientos por lo que disputó la 1ª Nacional con el SAB Torrelavega de donde procede.
A pesar de tan extenso currículo, Alberto cuenta tan solo con 24 años de edad, convirtiéndose en el más “veterano” del actual plantel zamorano.
La dos últimas temporadas ha perdido peso para ganar en masa muscular y ha trabajado con intensidad la velocidad de piernas para adaptarse a posiciones más exteriores y poder así beneficiarse de su magnífico tiro de de media y larga distancia.
Es un jugador extremadamente competitivo, muy duro en defensa y que carga con acierto el rebote por lo que en ocasiones se siente cómodo en la posición de center, aunque sus mejores prestaciones las encuentra jugando al cuatro.
Según palabras de Alejandro González San Emeterio, exentrenador de Torrelavega y en la actualidad 2º entrenador del Estela en LEB Plata, Alberto presenta una muy buena ética de trabajo, tanto a nivel individual como colectivo. Siempre está dispuesto a mejorar tanto en los aspectos tácticos como físicos, siendo un jugador ejemplar, capaz de crear buenas dinámicas de trabajo con el grupo.
Con estas premisas, Alberto presenta su candidatura a ser uno de los referentes del equipo y uno de los faros en el vestuario de los zamoranos que aún tienen que cerrar la incorporación de jugadores interiores que den “más madera” a la pintura aurinegra.
