Javier Alcina asumió hace tres semanas la presidencia de Vox en Zamora, un cargo al que asegura llegar sin ningún tipo de aspiración política y sólo para trabajar por un futuro mejor para la provincia. De derechas, pero tajante respecto a su condición de persona moderada,   diametralmente alejada de posiciones ultras, vinculadas al régimen anterior o anticonstitucionales, avanza que no encabezará ninguna lista en las municipales y niega que exista una división en el seno del partido en Zamora. Asegura que en Vox “no existen candidaturas a cargos públicos en ninguna parte de España, ni posibles, ni probables, ni oficiales, ni extraoficiales, ni mediopensionistas, ni para ninguna institución. Dicho esto, lo que sí puedo decir es que no voy a encabezar ninguna candidatura de Vox a las próximas municipales. Eso es seguro, y ya se lo he transmitido a los responsables nacionales del partido”.

Sobre su pertenencia a un partido envuelto siempre en la polémica, Alcina reconoce que pertenecer a Vox le ha provocado algún problema ya en la ciudad. “Mi círculo de amigos y familiares entienden lo que hago, aunque no lo compartan. Otra cosa es que comulguen con mis ideas. Se puede discutir, pero siempre desde el respeto. En la calle, lamentablemente no ha sido así, y las pasadas navidades en la Plaza Mayor alguien me increpó. Pero, en esos casos, prefiero ignorar las provocaciones y no entrar en polémicas. En redes sociales también he sido objeto de insultos, supongo que va con el cargo”.

De si su partido es una formación de extrema derecha, el presidente de Vox Zamora niega calificativos y se limita a reconocer que es un partido “de derechas” y de “extrema necesidad”. En este sentido advierte de que “el partido va a filtrar de una forma muy cuidadosa la entrada de nuevo afiliados, y que existe un veto claro a personas que mantengan posiciones de ultraderecha, que quieran utilizar el partido para rememorar regímenes anteriores o valores anticonstitucionales”. Un veto que reconoce le ha traído ya problemas dentro del partido apenas a dos semanas de su creación. “Existe gente, fuera del partido, que ha querido desestabilizarnos. Pero no lo han conseguido”.

Sobre los temores de colectivos feministas, LGTBI e inmigrantes a la llegada de Vox, el presidente del partido pide que se lean ante el programa de Vox. “Defendemos la igualdad entre hombres y mujeres a través de una Ley de violencia intrafamiliar que proteja al individuo: ancianos, hombres, mujeres y niños. Vox no está en contra de los homosexuales pero sí de la utilización de las instituciones para la promoción y apoyo de unos colectivos concretos, utilizando recursos y espacios de titularidad pública para la celebración de esta fiesta del orgullo. Por último, en VOX creemos que la mejor manera de afrontar la inmigración es la de atender a las necesidades de la economía española y a la capacidad de integración de los inmigrantes. Tengo amigos homosexuales, tengo amigos inmigrantes, y nunca apostaría por medidas que pudieran perjudicarles”.

Sobre las propuestas de Vox para Zamora, Javier Alcina habla de que todavía no han tenido tiempo para elaborar un programa, aunque sí asegura que entre las medidas propuestas está claro que tienen que figurar medidas de apoyo a las empresas, que son las “verdaderas generadoras de empleo”.

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