Los cambios climatológicos que estamos experimentado este invierno están provocando una gran proliferación de nidos de orugas en los pinos y un adelanto importante en su proceso de eclosión, lo que ha hecho necesario también adelantar los tratamientos contra la procesionaria.

Ante esta circunstancia, la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora ha llevado a cabo durante los últimos días de enero y primeros de febrero, por lo tanto en pleno invierno, la aplicación del producto para combatir esta plaga en los pinos de la ciudad, que habitualmente se realiza en el mes de abril, ya en primavera.

El tratamiento afecta fundamentalmente a las dos zonas de mayor concentración de en la ciudad, como son el bosque de Valorio entre la casa el Guarda y el puente Croix, y el parque de la Aldehuela, pero se ha extendido también a todos los ejemplares de pinos existentes en los parques y vías públicas, como el Parque del Consejo de Europa, las Viñas, o la calle José Regojo.

El producto que se utiliza para el tratamiento es de carácter biológico a base de algas diatomeas, que actúa sobre la oruga al ser ingerido, pero que es totalmente inocuo con el medio ambiente, para los animales y para las personas. Esto hace que no sean necesarias unas medidas de protección especiales durante la aplicación del tratamiento, como ocurría con anterioridad en la que se utilizaban insecticidas químicos y era conveniente extremar las precauciones y acordonar las zonas de aplicación.

Este tratamiento de carácter biológico comenzó a aplicarse por la Concejalía de Medio Ambiente hace tres años y “se ha demostrado totalmente eficaz”, por lo que el concejal Romualdo Fernández, considera que “deben descartase de forma categórica todo tipo de productos químicos que puedan ser agresivos para la flora y la fauna y que contribuyen a la contaminación del medio ambiente”.

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