El partido más importante, o uno de los más importantes, al final no decidió gran cosa de cara a la clasificación, o casi… De las tres posibles situaciones que se podían dar no salió la más positiva para el MMT, aunque se estuvo a punto en el último segundo, ganar, el palo lo evitó; ni tampoco salió la más adversas, la derrota, si bien se estuvo cerca de ella durante muchos minutos a lo largo del choque. Las tablas siguen dejando a Puerto Sagunto en zona de descenso, con los zamoranos 2 puntos por delante…con el hándicap que el golaverage es para los visitantes.

Fue un partido intenso, vibrante como suelen ser siempre todos los del MMT, salpicado con nervios, muchos nervios, e imprecisiones, quizá demasiadas…Al cuadro pistacho se le atragantó, y bastante, la defensa que le planteó su rival; fuerte y contundente por el centro y presionando muy bien a los lados. Un dato: los extremos locales anotaron 5 goles en todo el partido, y de ellos 2 en contraataques tras robos de balón.

Tras los primeros compases y con constantes igualadas, Puerto Sagunto tomó la delantera. Sólo anotaba su estrella Boisedu, acabaría con 11 tantos, y a los 10´ minutos ganaba 2-4. Poco después, minuto 15´, con 4-7 en el marcador, García Valiente se veía obligado a pedir su primer tiempo muerto. Se habían estado más de 6´ minutos sin anotar y la defensa contraria, rocosa y dura, no siempre era sancionada con lo que parecía evidente. Incluso se llegó a un 4-8 poco después; el equipo estaba poco fino.

Llegó una tímida reacción que llevó al equipo zamorano a ponerse a un solo gol en un par de ocasiones (p.ej.: el primer gol de Jortos puso el 7-8 en el minuto 20´). Pero no se transmitía sensaciones de seguridad, se alternaron buenas acciones con otras no tanto, y un pequeño tirón del rival llevó un inquietante 10-13 en el marcador cuando los colegiados señalaban el final del primer tiempo.

En el segundo tiempo el MMT salió con otra cara y al menos durante muchos minutos se pareció bastante, en su nivel de juego, al que cerró la primera vuelta hace ya dos meses. En el minuto 13´ de la reanudación, tras la segunda exclusión del duro Zmavc, Octavio, en superioridad, colocó el empate a 18-18. Restaban 17´ minutos para el final y empezaba un partido prácticamente nuevo.

En todo ese tiempo, más de un cuarto de encuentro, hubo de todo: acciones espectaculares por parte y parte, errores de todo tipo también por los dos equipos, e innumerables imprecisiones. Otro dato: en esos 17´ minutos el MMT y Puerto Sagunto hicieron un parcial en el marcador de 5-5……hasta llegar al 23-23 final. Sólo que un partido que los zamoranos tuvieron perdido en una buena fase del mismo y tras haber llegado con el 23-23 a los últimos 2´ minutos…..lo tuvieron en sus manos para ganarlo. Un tiempo muerto postrero de Edu a sólo 26´´ segundos del final, para preparar una única jugada, casi le sale bien. Tras un primer intento fallido, un lanzamiento lateral de Octavio se estrelló en la base del poste cuando el tiempo se acababa. Al final hubo empate, lo que se nos antoja bastante justo y explicativo de lo que fue el choque, y a esperar los siguientes compromisos. Desde luego si la liga acabase hoy los pistachos tendrían la permanencia asegurada…..

CAPITULO ARBITRAL: Los dos colegiados del partido fueron protagonistas. Y lo fueron porque dieron un curso de pitar lo que les daba la gana, pero “lo supieron hacer”. Se mostraron expertos y “en plan zorro”. La situación la tuvieron controlada siempre, y sancionaban lo que les parecía conveniente en cada momento. Ejemplos: en los primeros 6´ minutos de partido señalaron 3 penalties consecutivos en contra de los locales, que lo fueron; terminaron pitándoles un total de 7. Jugadas similares ó idénticas en el otro área no las pitaron igual (defensores dentro del área a los que le pitaban la falta, golpes descarados, etc…). Claro que fueron 2 penalties a favor de los locales…¡y se fallaron los dos¡; de eso no tienen la culpa los árbitros.

La dureza y contundencia con que se empleó la defensa valenciana debió de llevarse más sanciones de las que tuvo. El colegiado gallego, eso sí, volvió a evidenciar que parece tener algo contra Zamora, ya que no es la primera vez que prepara el lío. Es el colegiado que hace unos años se pasó todo un segundo tiempo pendiente del meta Miranda, al que había excluido justo antes del descanso por hacerle indicaciones.

FICHA TÉCNICA

MMT-SEGUROS ZAMORA:   23 goles ( 10 + 13 ). Equipo de salida: Carlos Calle; Ceballos (1), Marc Abalos (-), Fernando (-), Anderson Silva (5), Gastón Mouriño (1) y Fafa Cangiani (3). También salieron el meta Luis Posado, junto a Peli (1), Octavio (7), Jortos (3), Iñaki (-), Jaime González (-) y Adrián Prieto (2). Fueron excluidos durante 2´ minutos Marc Abalos, Ceballos, Gastón Mouriño y Jortos.  

PUERTO SAGUNTO:   23 goles ( 13 + 10 ). Jugaron de inicio: Bruixola; Zmavc (2), A. Pérez (2), Pocholo (1), Querín (1), Boisedu (11, 6 de penalti) y Folqués (3). No actuó el portero suplente Chueca, y sí lo hicieron R. Ruiz (-), Spiljak (-) Sifré (1), Nebot (-) y A. Fernández (2). Fueron excluidos durante 2´ minutos A. Fernández, Sifré y Zmavc, en dos ocasiones, una en cada tiempo.   

ÁRBITROS: Un catalán, Ballano Dueñas, y un gallego, Rodríguez Rodríguez (de ingrato recuerdo en Zamora), los dos Albertos, fueron los encargados de dirigir un choque tan importante. Su actuación dio para tanto que tienen su capítulo aparte en la crónica del partido.

MARCADOR CADA 5 MINUTOS:

2-2. 2-3. 4-6. 7-8. 8-10.  Y el  10-13   con que se llegó al descanso.

13-14. 15-18. 19-19. 20-21. 22-22.  Y el   23-23   que resultó definitivo.

INCIDENCIAS:  Tras dos meses casi exactos sin jugar en casa (el último partido data del pasado 9 de Diciembre) la afición del MMT demostró que continúa estando con su equipo, volvió a generar una gran entrada (casi lleno el pabellón) y un fenomenal ambiente. Destacar la presencia de un puñado de valientes aficionados valencianos que, según está la climatología en estas fechas, se atrevieron a llegar hasta Zamora; animaron sin parar a su equipo, no ofrecieron ningún problema y fueron, instados por el speaker, despedidos con aplausos por los zamoranos.

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