El CB Zamora revivió noches mágicas de antaño. Una tribuna llena hasta los topes, público de pie aplaudiendo al equipo y un conjunto dirigido a la perfección por Saulo Hernández para llevarse una importantísima victoria ante Gijón.

El CB Zamora lo hizo casi todo bien. Atacó con solvencia, marcó el ritmo del partido y defendió con garra frenando el empuje de los hombres altos del conjunto asturiano. Y brillando por encima del resto, un estelar Libroia que levantó al público de sus asientos con un baloncesto eléctrico y desequilibrante. Un tapón a un pívot asturiano en los minutos finales y un robo de balón escasos segundos después con una precisa asistencia a Niang provocó el delirio del público que premió con una ovación estruendosa el trabajo del base americano cuando Saulo decidió sentarlo en los últimos segundos, ya con 26 puntos en su casillero.

Niang esta vez estuvo oscurecido por el espectacular juego de Libroia, aun así, terminó el partido con 18 puntos y dejando buenas sensaciones con su baloncesto siempre genial.

Del partido, solo cabe reseñar que el Gijón plantó cara hasta el último momento apoyándose en sus hombres altos, aunque poco a poco fueron cediendo terreno en el electrónico hasta llegar al último cuarto, donde con desventajas de 10 puntos apenas tuvieron oportunidades de victoria ante el baloncesto esta noche letal del CB Zamora.

 

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