El Pleno de aprobación de presupuestos no tenía esta vez mucho interés por el resultado cantado de las votaciones, que estaba pactado de antemano y suponía la aprobación de las cuentas con el apoyo de PSOE, IU, Ciudadanos y la concejala no adscrita, pero sí por saber la actitud que iban a tener los concejales de los distintos grupos de la oposición.
Y no ha defraudado. Los ediles de PP, Ciudadanos y la concejala no adscrita se han dedicado una interminable serie de reproches, algunos de ellos, verdaderamente hirientes, que no han hecho mucha gracia precisamente en la bancada de enfrente.
La primera el disparar con bala en esta sesión de presupuestos ha sido la portavoz del PP, Clara san Damián, que ha comenzado asegurando que el pacto alcanzado por todos los grupos políticos en el Ayuntamiento era un “paripé”.
San Damián se ha referido a los concejales que han apoyado los presupuestos de “palmeros” y “sectarios” y ha asegurado que a partir de ahora el PP es el “único” partido de la oposición.
La portavoz del PP en un tono poco habitual les ha acusado de “achantarse” ante PSOE e IU y de ser poco exigentes a la hora de prestar su voto.
Lógicamente las insinuaciones de san Damián han tenido su contestación, tanto o más contundente por parte del resto de concejales de la oposición. Cruz Lucas ha mostrado su absoluto rechazo a las palabras de la portavoz del PP, a la que ha aconsejado que se pregunte porqué están tan solos y nadie quiere pactar con ellos.
Requejo, de Ciudadanos, ha insistido en la soledad del PP, para decir después que empieza a resultar evidente que como oposición “no son muy útiles” y que solo hacen que demostrar su nerviosismo porque “dos concejales como tiene Ciudadanos hace más que el PP con diez”.

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