La Guardia Civil a través de sus nueve Comandancias distribuidas por toda la Comunidad Autónoma, ha dado por finalizada la primera fase de intensificación de servicio, relativa a la ‘Operación Can’, y que se ha llevado a cabo del 1 al 31 de agosto.
La operación tiene por objeto el control y comprobación del uso del correspondiente microchip en los cánidos así como especialmente, el cumplimiento de las normas sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos en Castilla y León. En la misma, han tomado parte especialmente el SEPRONA con el apoyo de las Unidades de Seguridad Ciudadana, Tráfico, Montaña y Patrullas Fiscales.
El número de perros identificados en Castilla y León ha sido de 1.973, de los cuales 112 carecían del correspondiente microchip y se han formulado 601 denuncias administrativas. Se ha procedido igualmente a la investigación de dos personas como presuntas responsables de un delito de maltrato animal. En total, se han llevado a cabo actuaciones en más de 1.000 localidades de la región, resultando que en más de 200 se ha procedido a efectuar alguna denuncia administrativa.
En lo referente a la Comandancia de Zamora han sido identificados un total de 177 perros, de los cuales 27 carecían de microchip, y se han efectuado 90 denuncias administrativas por diversos tipos de infracciones.
Las tipologías más comunes de las denuncias efectuadas han sido carecer de identificación mediante microchip, carecer de cartilla de vacunaciones y/o documentación, perros sueltos y sin control de sus dueños, perros sin bozal y tenencia de animales potencialmente peligrosos careciendo de licencia.
A pesar de la finalización de la citada fase, la ‘Operación Can’ continuará en vigor de forma permanente en toda la Comunidad Autónoma.