Punto ser punto… o no?

El último fin de semana nos dejó sendos empates, reparto de puntos en la competición oficial, para dos de los estandartes del deporte zamorano. Ambos lo fueron en casa, ante sus aficionados, aunque me parece que dejando un poso y un sabor no precisamente iguales.

Cronológicamente, primero tuvo lugar el estreno del balonmano, con el retorno del MMT a la liga Asobal tres años después. Recibía al otro equipo que ascendió con él hace unos meses, el Teucro gallego, y al final hubo empate a 28 goles. 24 horas más tarde, el Zamora CF recibía a uno de los equipos que compartían con él la cabeza de la tabla, La Bañeza; al final 2-2… y gracias. El balance para ambos fue el mismo (un punto para el zurrón)… si bien las sensaciones que se dejaron no fueron iguales.

El haber retornado a la máxima competición del balonmano nacional (¿se imaginan ustedes si alguna vez el fútbol llegase a la Primera División en esta ciudad?) constituye una gesta y un hito histórico del que todos los zamoranos deberíamos sentirnos orgullosos; muchos lo están, otros menos…Y más de la forma que llegó en este caso, allá por los últimos días del pasado mes de Mayo, quitándole el caramelo de la boca al engreído Palma del Río.

Bien, ese regreso se hizo realidad el pasado sábado con el primer partido de liga: remozado Angel Nieto, las cámaras de televisión, la pista azul…con el sensacional y espectacular entorno ambiental de siempre. Luego, sobre la cancha, los chicos de Gª Valiente salieron al principio con los nervios lógicos del evento, luego remontaron el vuelo a lo grande completando un gran partido y teniendo hasta 4/5 goles de ventaja a falta de pocos minutos… La recta final del choque fue todo un lastre, emborronando una actuación meritoria hasta ese instante, y permitiendo que el rival lograse la igualada…ante la incredulidad de los asistentes.

El hecho recuerda muy mucho, fue casi exactamente lo mismo, al partido ante Puente Genil, en la anterior experiencia en Asobal. Otra experiencia más para los pistachos…que deberían revertir en saber lo que hay que hacer cuando lleguen momentos similares en otros partidos, y no volver a cometer los errores del otro día. Por eso la gente salía del pabellón con carigestos de decepción, más que nada por cómo se había llegado a ese marcador final. Hasta de incredulidad…Ya digo, que se aprenda la lección para futuros compromisos y que no haya que volver a acordarse de este punto que se escapó entre los dedos. El sabor, pues, de esta primera cita, claramente agridulce.

LO DEL DOMINGO ya me pareció otra cosa. Llegaba el ZAMORA CF de dos victorias iniciales en la liga, con sensaciones halagüeñas para los que presenciaron el primer partido de casa.

Aquí escribimos en aquella ocasión que “tranquilidad y buenos alimentos”, que esto acababa de empezar; y que a ver cómo respondía el equipo cuando el contrario le exigiese más de lo que hizo el entusiasta cuadro palentino de la primera jornada. Encima, como si aquí mandase la “ley de Murphy”, a la cita se llegaba con dos bajas…¡¡¡en defensa¡¡¡…cuando en la plantilla no hay más que cinco zagueros. El rival, ya se conocía, se presumía aguerrido y atosigante.

Bueno, pues los presagios se cumplieron. El ZAMORA tuvo un partido incómodo, sobre todo eso, áspero en muchos momentos, ofreciendo poca sensación de control, y viéndose superado por los contrarios en largas fases del partido. Aún así se adelantaron en el marcador, aprovechando un regalo. Pero a La Bañeza se le veía empaque, consistencia y fuerza; se veía venir…y llegó, la remontada visitante. Con dos jugadas muy similares en su definición (anticipación del rival, entrando con contundencia desde atrás, tras mover el balón de un lado a otro de su ataque), se colocaron por delante.

Los rojiblancos, en una de sus mejores llegadas al área rival, con un cabezazo al poste como precedente, lograron el empate a 10´ del final. Ahí sí, ahí surgió un arranque de casta y coraje que hizo que en esa recta final llegasen los mejores minutos de los de Losada, en los que encerraron al rival en su parcela, y en los que pudo cambiar la cosa.

Pero… no hubo lugar a ello. El equipo no había estado bien en tres cuartas partes del choque, y la cosa podía haber sido incluso peor…Al final el empate se dio por bueno (empate y gracias, como nos decía un aficionado al salir del estadio), y otros que tienen que aprender la lección y la experiencia. Que sólo es la tercera jornada, pero que habrá que tratar en mejorar distintos aspectos en las sucesivas citas de la liga.

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