Los vecinos de la Comarca de Tábara han salido una vez más a la calle este domingo, 26 de agosto. Convocados por la Asociación Pueblos Unidos de la Comarca de Tábara, han vuelto a mostrar su rechazo a los proyectos de macrogranjas porcinas promovidos en Faramontanos y Pozuelo de Tábara.

La granja de producción intensiva de Pozuelo tendrá cabida para 4.600 cerdos de cebo y producirá anualmente 11.500 cabezas. Mientras, en Faramontanos, se criarán por tanda 12.000 lechones de 20 kilos, lo que supone más de 75.000 animales al año. Estas producciones, dicen desde la asociación, son insostenibles para ambos municipios, que necesitarán de 52 millones de litros de agua en Pozuelo, y de más de 189 millones de litros de agua en Faramontanos.

Los vecinos aseguran estar preocupados por la contaminación de su agua, pues las granjas se asientan sobre acuíferos como el de Santa Eulalia y verterán sus residuos a arroyos como el de La Burga o el que atraviesa Moreruela y Santa Eulalia desde Pozuelo. Así, dicen, se quedarán sin agua potable en muy poco tiempo, perdiendo uno de los valores de esta tierra, un bien escaso para toda la comarca.

También afirman que sufrirán la contaminación del aire y de sus tierras, debido a la generación y al posterior esparcimiento obligatorio de purines. Los purines son altamente contaminantes, por los gases tóxicos que emiten al aire pero también por su propia composición. Acumulan los residuos de los antibióticos, las hormonas del crecimiento, los tranquilizantes y demás medicamentos que se administran habitualmente a los animales: cerdos que están enfermos y drogados de manera permanente. Y todo ello sin garantías de control efectivo por parte de la administración.

Las empresas farmacéuticas, comentan desde la asociación, ya no investigan nuevos antibióticos, y están dispuestas a abandonar este mercado, debido a la rápida proliferación de las superbacterias. No les da tiempo a rentabilizar la inversión en nuevos antibióticos porque el exceso de uso, sobre todo en la industria ganadera, genera superbacterias resistentes a los medicamentos. Estudios científicos aseguran que en 2050 morirá más gente por la resistencia a los antibióticos que por el cáncer.

Alegan también que la carne de cerdo que se consume a diario, procedente de este tipo de explotaciones intensivas, se vende a precios bajos pero que sale carísima a medio y largo plazo. Cara para el medio ambiente y cara para nuestra salud. España, Castilla y León y Zamora son competitivas porque la factura de producción en términos de energía, agua, contaminación y garantías sanitarias la pagarán las próximas generaciones.

Declaran no estar en contra de la ganadería, pero muestran su rechazo a este tipo de producciones intensivas de carácter industrial. Quieren defender así la ganadería extensiva para que se produzca carne de calidad, y también a los ganaderos de sus pueblos. Medio Ambiente concede los permisos, pero no existen garantías de control ni vigilancia: da los permisos y se lava las manos.

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