El BM Zamora viaja este fin de semana a Pontevedra para enfrentarse a Cisne, un líder sólido que ha ganado siete partidos de los ocho jugados hasta el momento y que atraviesa un gran momento de forma. El conjunto pistacho, por su parte, sigue diezmado por las bajas, la última la de Raúl Maide esta misma semana, aunque los buenos resultados cosechados en los últimos partidos les ha elevado la moral. “Ya estamos acostumbrados a las ausencias, así que para sacar algo positivo ante Cisne tendremos que impedir que ellos jueguen cómodos, que desarrollen su balonmano habitual”, ha señalado esta tarde el entrenador pistacho Leo Álvarez.

La receta para ganar pasa “por competir todo el partido, por aprovechar su escaso potencial físico y, sobre todo, incidir en el trabajo colectivo”, ha asegurado Álvarez.

El canterano, Miguel Magariño, abunda en la necesidad de “no pensar en los lesionados”  y que el equipo “juegue muy unido, apostando por meter balones a los pivotes”.

Consciente de la dificultad del rival, Magariño además tiene que enfrentarse a la dificultad que supone estar constantemente alineado con el primer equipo y con el segundo. “Me está costando mucho mentalizarme del juego que debo realizar, jugar en dos equipo a la vez hay veces que me desorienta y no su con quien estoy jugando”.

 

 

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