Los datos facilitados en los últimos días por parte de la Consejería de Medio Ambiente no dejan lugar a dudas sobre la realidad de los hechos, y es que en el primer semestre del año 2018 ha habido 1.449 ataques de lobos a explotaciones ganaderas en Castilla y León por los 890 que hubo el año pasado en el mismo periodo de tiempo.

 

Desde la Alianza COAG-UPA han trasladado en las últimas horas a la Consejería de Medio Ambiente su rechazo a que se prohíba el aprovechamiento cinegético de la población del lobo en los terrenos situados al Norte del Duero, pues se demuestra imprescindible como sistema de control poblacional de la especie, amparado en la legislación, toda vez que el lobo es una especie cinegética en terrenos situados al Norte del Duero, y se realiza dentro de unos límites máximos establecidos por la propia Administración y conocidos como cupos cinegéticos comarcales.

 

A este respecto se debe considerar que el cumplimiento de los cupos comarcales fijados para la campaña 2018/2019 es de 143 lobos en Castilla y León que pueden ser objeto de aprovechamiento cinegético. Sin embargo, la estadística de campañas precedentes demuestran que dicho cupo no se cumple en ninguna de ellas, y en la campaña 2017 fue del 58%, es decir solamente se capturaron 82 lobos de los 141 posibles.

 

Las organizaciones agrarias califican como dramático el momento que viven los agricultores, ganaderos, víctimas principales de los lobos, corzos, jabalís…etc, pero también el resto de población en muchos municipios rurales de nuestra región, ante el cada vez mayor número de accidentes de tráfico originados por la proliferación de toda clase de animales salvajes. 

 

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