Los portavoces de los sindicatos agrarios integrados en la Alianza por la Unidad del Campo, UPA y COG, han pedido a los vecinos que en las últimas semanas han participado en movilizaciones en contra de las macrogranjas de porcino que analicen caso por caso cada proyecto y que no se opongan a aquellos que cumplan la normativa y, sobre todo, que estén impulsados por ganaderos profesionales de Zamora.

El coordinador provincial de COAG, Lorenzo Rivera, ha criticado el “radicalismo” que han detectado entre algunas de las personas que se manifiestan contra este tipo de instalaciones. “parece que les molesta todo, las vacas, las ovejas, ahora los cerdos; los pueblos necesitan de los ganaderos, sin ellos estarían muertos”, señaló.

Para Rivera, los que se oponen a estas macrogranjas deberían de “bajar un poco el tono de sus protestas” y analizar caso por caso. El coordinador de COAG aseguró que la Alianza “no dejará tirados” a los ganaderos que quieran redimensionar sus explotaciones, y más, cuando cumplan la normativa con rigor como es el caso de la explotación de Pozuelo de Tábara, que además está promovida por un ganadero a título principal.

Desde COAG se pone como ejemplo de la situación confusa que se vive estos días la granja de Pozuelo. Una instalación de tamaño medio, que podría albergar unos 4.500 cerdos, alejada del casco urbano y con cerca de 300 hectáreas ya comprometidas para esparcir los purines, cuando la superficie exigida para una granja de ese tamaño no supera las 80 hectáreas. En este caso, señalan, no hay lugar para hablar de contaminación, se crearán puestos de trabajo y no hay ninguna granja cercana de porcina que pueda saturar el medioambiente por la zona.

Para los responsables de la Alianza, este tipo de granjas promovidas por ganaderos a título principal son el futuro de este tipo de explotaciones debido a la desaparición de las pequeñas granjas caseras que antes proliferaban en los pueblos.

 

 

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