La concentración contra las macrogranjas porcinas promovidas en las localidades de Pozuelo y Faramontanos, convocada por la Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara, ha tenido lugar la mañana de este 29 de julio. Las granjas, dicen los organizadores, son proyectos que llevarán escasos, por no decir nulos, beneficios a la comarca de Tábara pero innumerables perjuicios para los vecinos de Santa Eulalia, Moreruela, Pozuelo, Faramontanos y Tábara.

La instalación porcina industrial proyectada en Faramontanos albergará 12.000 cerdos de reposición (lechones), mientras que la de Pozuelo tendrá cabida para 4.600 cerdos de cebo. En ambos casos, alegan desde la asociación, los perjuicios al medio natural y a la población serán considerables. Afirman que no se cuenta con las suficientes garantías que aseguren que las macrogranjas no vayan a contaminar el aire, los suelos y los acuíferos; bien al contrario, experiencias similares en otros puntos del país, como Cataluña, evidencian que este tipo de granjas intensivas contaminan de manera irreversible los acuíferos y también el campo, a través del esparcimiento de purines en tierras de cultivo, salida obligatoria, que no cuenta con ningún tipo de vigilancia y que agotará la capacidad productiva de las mismas.

Los proyectos, continúan, pondrán en riesgo los suministros de agua en la comarca. La macrogranja de Pozuelo requerirá de 25.000 metros cúbicos de agua para dar salida a cada tanda de 4.600 cebones que se prevé de producción industrial (11.500 cabezas de 100 kilos al año, aproximadamente), lo que supone un gasto de 52 millones de litros, una cantidad de agua que dejaría desabastecido al municipio. Mientras, en Faramontanos, pueblo que presenta mayores problemas históricos de abastecimiento de agua, el proyecto promovido plantea la creación de una granja de 12.000 lechones de 20 kilos cada uno, que necesitará entre 25.000 y 30.000 metros cúbicos de agua por tanda, y son 6,31 tandas al año (de 75.800 lechones), lo que suma la escalofriante cantidad de 189 millones de litros de agua aproximadamente.

La Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara muestra también su preocupación por la contaminación del suelo, derivada del esparcimiento de purines. Pese a los nuevos métodos impulsados desde Europa, los purines contaminarán el aire con gases tóxicos, además de con sus pestilentes olores. Igualmente, se contaminarán las tierras de cultivo, que podrían dejar incluso de ser fértiles a medio plazo, pues nadie controlará la cantidad de purín que se verterá en ellas. Este problema no afecta únicamente al medio ambiente, también a los propietarios de dichas tierras, pues una parcela contaminada pierde valor económico. Como también se devaluarán los pueblos (y todas sus propiedades) con la llegada de las macrogranjas.

Por todo ello, la Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara pide la inmediata paralización de la tramitación administrativa de las macrogranjas de Pozuelo y Faramontanos, así como el abandono de los proyectos. La lucha contra la despoblación, dicen, no puede pasar por la instalación de granjas industriales, que dañen de manera irreversible el medio natural y acaben convirtiendo los pueblos en cementerios tóxicos.

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