Conmemora el centenario de la llegada de la Virgen de la Salud a la comarca alistana. Se mostrarán 170 obras de arte. Se prevé que sea un revulsivo turístico para la provincia

El Santuario de la Virgen de la Salud de Alcañices acogerá a partir del 17 de mayo, si las fechas inicialmente previstas se respetan, la muestra de arte religioso ‘Salus’, una gran exposición que pretende recoger las mejores obras de arte sacro pertenecientes a las parroquias ubicadas en las comarcas de Alba y Aliste.

‘Salus’ permitirá a los visitantes contemplar 170 piezas ya seleccionadas. El comisario de la muestra, el delegado episcopal de Patrimonio, José Ángel Rivera de las Heras, ha explicado que entre las piezas que se podrán ver en la muestra hay un poco de todo, desde esculturas y pinturas, a fotos, objetos pétreos, relicarios, adornos personales, textiles y mobiliario. Piezas cuyo origen va desde el siglo III al XXI.

Entre los autores de las piezas, pues hay una muestra muy variada, que va desde artesanos anónimos de la zona a artistas de renombres como Ramón Álvarez, Ricardo Flecha, Ricardo Segundo, Antonio Rodríguez o Juan de Montejo.

La exposición estará a disposición del público hasta octubre, en el santuario de la Virgen de la Salud, antiguamente iglesia del convento de franciscanos descalzos, mandado construir por Francisco Enríquez de Almansa, Conde de Alba de Liste y Marqués de Alcañices, en el siglo XVI.

Se pretende, tanto por parte del Obispado, como por las instituciones y empresas que la apoyan, la Junta, la Diputación y Caja Rural, que la muestra sea un revulsivo económico para la zona.

La muestra, ha explicado el delegado episcopal de Patrimonio, se divide en seis capítulos que abarcan la trayectoria vital del ser humano, desde su nacimiento y bautizo, hasta su fallecimiento.

SIGNADOS Y GUIADOS POR LA CRUZ

El bautismo es un sacramento, el primero de la Iniciación Cristiana, por el cual nacemos a la vida divina, nos vinculamos al Misterio Pascual de Cristo, y nos incorporamos a la comunidad eclesial. En el rito sacramental somos signados en la frente con la señal de la cruz, que nos identifica como cristianos; bautizados con agua bendecida, y ungidos en el pecho con el óleo de los catecúmenos y en la coronilla con el santo crisma, para ser fortalecidos con el don del Espíritu Santo, y para formar parte de su pueblo y ser miembros de Cristo, sacerdote, profeta y rey.

En este capítulo se muestran antiguos libros parroquiales con partidas bautismales y cuentas de fábrica, conchas bautismales, crismeras, y cruces parroquiales.

EN TORNO A LA MESA DEL SEÑOR

La liturgia de la Iglesia es fuente y culmen de la vida cristiana; toda su fuerza mana de ella y toda su actividad tiende hacia ella. En la Eucaristía, memorial de la Pascua del Señor, Cristo nos invita a un doble banquete en el que parte para nosotros el pan de la Palabra y el pan eucarístico.

Aquí se exhiben los vasos sagrados destinados a contener el Cuerpo y la Sangre de Cristo, como la patena y el cáliz, la píxide y el copón, la custodia y el portaviático. Así mismo, otros objetos vinculados a la liturgia: vinajeras, incensario, naveta, campanilla, plato limosnero, moldes para fabricar formas, atril, sagrario, ornamentos y paños con bordados alistanos.

EL SALVADOR, SU MADRE Y SUS AMIGOS

La persona de Cristo es esencial en la vida cristiana, su referencia fundamental. La Virgen María, madre de Cristo y madre de la Iglesia, está estrechamente vinculada a la obra de la salvación. Finalmente, los santos, los mejores hijos de la Iglesia, nos estimulan con el testimonio de su vida, nos iluminan con su palabra y nos ayudan con su intercesión.

En este capítulo se exponen obras pictóricas y escultóricas de Cristo, de la Virgen y de los santos de mayor devoción entre los fieles de estas tierras, algunos de los cuales son titulares de iglesias y parroquias.

ASOCIACIONES, DEVOCIONES Y TRADICIONES

Muchos de nuestros antepasados alimentaron y expresaron su fe y canalizaron la fraternidad eclesial a través de asociaciones públicas de fieles, especialmente cofradías y hermandades. Estas tenían como objetivos principales dar culto a Cristo, a la Virgen o a algún santo, así como ayudarse mutuamente en caso de necesidad. Y lo hacían a través de celebraciones litúrgicas y de manifestaciones públicas.

En este apartado se muestran documentos antiguos pertenecientes a cofradías, como cuentas y ordenanzas; varas insignias que otorgaban -y siguen otorgando- autoridad a sus mayordomos, adornos de imágenes, reliquias, etc. También se tiene un recuerdo especial al artista Ricardo Segundo, que en el siglo pasado representó a través de su obra pictórica los tipos y la vida cotidiana de Aliste, particularmente de Sejas, donde residió.

EL DESCANSO ETERNO

La vida terrena del hombre constituye una peregrinación, que acaba con la muerte física y culmina en el encuentro definitivo con el Señor; por eso, los creyentes manifestamos en esta vida nuestra fe y nuestra esperanza en la resurrección y en la vida eterna.

En este capítulo se presentan dos crucifijos articulados destinados a la función del desenclavo y santo entierro de Cristo, esquilas que sonaban para acompañar el viático a los moribundos, tablas con memorias de aniversarios e indulgencias, ornamentos de color negro usados en las misas de difuntos, representaciones de las Ánimas del Purgatorio, la imagen de la Virgen del Carmen, y testimonios fotográficos y cinematográficos de la procesión del Viernes Santo en Bercianos de Aliste.

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