Los rojiblancos reciben, con el agua al cuello, al C.D. Calahorra este domingo a las 18:30 horas. El cuadro riojano marca el descenso con cuatro puntos más que los zamoranos

Raúl Nieto

De peores se salió. Y para salir de esta, no queda más recorrido que sumar tres puntos el domingo. Ante el reto, el Zamora tendrá dos batallas: una contra el Calahorra, rival directo por la permanencia y que aventaja en cuatro puntos a los de Movilla, y la otra, contra sí mismo: contra sus miedos, su falta de confianza, y contra el clima generado ante el mal arranque de temporada.

Para ello, el entrenador, David Movilla, apeló ayer en rueda de prensa a la unión del vestuario y al apoyo de la afición. El técnico vasco pidió aliento para sus jugadores en lo que es una finalísima, y entonó el “mea culpa” por el pobre puntaje obtenido por los rojiblancos en la competición. Sin embargo, también echó un capote a sus jugadores, reconociendo que, dentro del problema que supone llevar solo cuatro puntos de veinticuatro, al menos se han logrado siendo el equipo que más genera del grupo, el segundo que más remata, y el séptimo al que menos peligro le generan.

Por parte de la hinchada, se ha llevado a cabo un ejercicio de fe. De creer que, con el crédito de tres años maravillosos y con estadísticas que invitan al optimismo, se puede voltear la situación. Y esta fe, se ha trasladado a la práctica. La Peña Medieval ha organizado una quedada en la mañana del domingo para animar a los jugadores y meterlos en dinámica en el entrenamiento previo al choque frente al Calahorra, en la que se espera un amplio reducto de seguidores rojiblancos. Además, también se trabaja en crear una nueva grada de animación que haga crecer el ambiente festivo en un Ruta de la Plata que, a pesar de no haber visto puntuar a su equipo aún, sigue creyendo como el primer día.

Para el choque, Movilla podrá tirar de Espejo, Munguía y Baqué, que ya han recibido el alta. Por la otra parte, además del portero Jonmi, tampoco podrá ser de la partida Xisco Campos. El central balear se fracturó la mano durante esta semana en un entrenamiento y habrá que esperar a conocer la duración del percance.

Con todo esto, y tras haber vencido al Laredo entre semana con cambio de esquema incluido, el Zamora tiene ante sí la oportunidad de volver a engancharse a la pelea por la permanencia y, sobre todo, de dar motivos para ilusionar a una parroquia que solo ha visto un gol inservible desde el arranque de la temporada. No va más.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí