Los pistacho fallaron el siete metros a su favor en el último segundo que hubiera significado la permanencia

Hay veces en las que el deporte es excesivamente cruel. Si bien es cierto que el Balonmano Zamora ha hecho una temporada mediocre, con resultados inexplicables para un equipo de su categoría, lo cierto es que el final trágico con el que se ha puesto punto y final a la temporada es injusto.

Lo de menos fue el partido. Lo cierto es que el encuentro estuvo marcado a lo largo de los primeros 59 minutos por la igualdad. Ninguno de los dos equipos logró ‘romper’ el partido y lograr despejar las dudas sobre el resultado final del encuentro. Tanta igualdad, que a falta de unos segundos Antequera y Zamora empataban a 28. La última jugada, con el marcador de Alicante a su favor por la triunfo de Bobadilla lo que propiciaba la permanencia del Balonmano Zamora en caso de victoria, fue un siete metros fallado por Elola que mandó al conjunto pistacho a Primera Nacional.

Más dramatismo, imposible.

En unos pocos segundos se pasó de la alegría contenida por el siete metros pitado por el árbitro en medio de las protestas locales, a la incredulidad por el error de Elola, para terminar con la tristeza infinita de un descenso que lleva al club zamorano a una Primera Nacional de la que habrá que salir lo antes posible.

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