El alcalde Francisco Guarido asegura que la existencia del servicio de transporte urbano está garantizado al cien por cien y que el consistorio baraja varias opciones para solucionar el problema
El 1 de marzo habrá servicio de transporte urbano “sí o sí”. Así de contundente se ha manifestado este jueves el alcalde de la capital, Francisco Guarido, para salir al paso de las críticas vertidas por la oposición en el sentido de que el mes que viene la ciudad podría quedarse sin autobuses.
Guarido ha explicado que el contrato firmado hace diez años con Semurabus expira el próximo 1 de marzo y que la empresa ha señalado que trabaja con pérdidas y quiere abandonar el servicio.
El equipo de gobierno, ha señalado el alcalde, ha ofrecido a la empresa dos posibilidades, o bien seguir otros nueve meses explotando el servicio o bien que el Ayuntamiento asuma las pérdidas ocasionadas a la concesionaria por el servicio.
En cualquier caso, ha dicho Guarido, el 1 de marzo los usuarios no van a notar “absolutamente nada” y el servicio seguirá prestándose con normalidad independientemente de que Semurabus siga o no siga prestando el servicio.
El alcalde ha informado de que el consistorio tiene ya diseñado “un Plan B” para solventar una posible espantada de la empresa concesionaria. Se firmaría con otra empresa, “un contrato de emergencia” y los conductores que trabajen el mes que viene o bien cobrarán de Semurabus o bien lo harán de esa segunda empresa.
Para Guarido, este problema tiene su origen en la pérdida de viajeros provocada por la pandemia, lo que ha provocado que todas las empresas dedicadas a este sector estén atravesando por problemas económicos. Ni siquiera el hecho de que los precios de los billetes sean “irrisorios”, ha subrayado Guarido, ha permitido que se recuperen los viajeros de 2019.
