El Ayuntamiento ha restaurado la infraestructura que ha vuelto a convertirse en un espacio de reunión
El antiguo lavadero del municipio zamorano de Otero de Bodas ha vuelto a convertirse en un lugar de reunión y, todo ello, gracias a la restauración impulsada por el Ayuntamiento. Un emblemático lugar del pueblo que durante años fue mucho más que un espacio donde se lavaba la ropa ya que allí se congregaban las mujeres para limpiar las prendas de la familia, pero también para pasar un animado rato de charla.
Hoy, después de muchos años abandonado y en desuso, el lavadero de Otero de Bodas luce como nuevo tras los trabajos realizados que han supuesto un coste de aproximadamente unos 1.000 euros. Una restauración muy bien acogida entre los habitantes de la localidad, sobre todo entre los más jóvenes que han encontrado en la infraestructura un espacio de recreo en el que sobrellevar mejor las altas temperaturas del verano. Una improvisada piscina de unos 6 metros de largo por 2 metros de ancho con una profundidad de apenas 40 centímetros.
“No está pensado para eso, pero no hay ningún problema en que los jóvenes se refresquen”, declara Adrián Quirogas, alcalde de Otero de Bodas, quien ha anunciado que la intención del Ayuntamiento es restaurar la piscina que actualmente se encuentra cerrada.