Los pistacho tenían una opción inmejorable para asomar la cabeza frente al Barça B, pero la fragilidad defensiva tira por tierra cualquier opción de puntuar

El Balonmano Zamora sigue de capacaida y las cifras son preocupantes. Sobre todo, cuando un rival que solo lleva dos puntos anota cincuenta goles. El equipo de Fran González sale de vacío de Barcelona en un partido sin historia frente al Barça B, que se sale de ahí abajo donde se queda el cuadro zamorano.

Y eso que en los primeros impases, el cuadro viriato compitió, y de hecho, llegó a tener varias ventajas en los primeros minutos. Todo un espejismo, porque en el minuto siete de juego llegó un parcial de 5-0 a favor de los catalanes que destrozó a nivel psicológico a un Balonmano Zamora que, simplemente, se defenestró.

En las áreas, no había color: en la zamorana se penetraba fácilmente, lo que aprovechó el cuadro catalán para escaparse, y en la barcelonesa, tranquilidad ante el escaso acierto ofensivo que mostró el Zamora Enamora. Al descanso la diferencia era magna: 25-14.

Con una diferencia de menos nueve goles, el guion siguió siendo el mismo otra media hora más. Y en estas situaciones, la derrota suele ser sonrojante. Tal fue la indolencia de los viriatos en ataque que se marraron acciones en superioridad. Al final, 18 goles de diferencia, ya que el Barça se escapó y venció por un preocupante 45-27.

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