Los de Saulo Hernández se enfrentan mañana al equipo asturiano en el pabellón Angel Nieto
El CB Zamora Enamora recibe mañana a Gijón en el pabellón Angel Nieto. El equipo quiere despedir el año con una victoria y sobre todo regalar a la afición un triunfo y un buen rato de baloncesto.
Enfrente estará un conjunto asturiano en el que militan dos jugadores muy especiales para los aficionados zamoranos, Iñaki y Libroia. Dos jugadores que dejaron unas sensaciones muy positivas a su paso por el Angel Nieto.
Será, ha señalado este martes el entrenador local, Saulo Hernández, “muy especial” jugar contra ambos, en especial, frente al americano, que estuvo cuatro años en el CB Zamora y tuvo una gran implicación tanto con el club como con la afición zamorana.
Respecto a Gijón, Hernández ha señalado que se trata de un equipo atípico, “a la vieja usanza”, con cuatro jugadores que lo juegan “casi todo” y que encabezan todos los rankings de la clasificación como minutos, rebotes, anotación.
El CB Zamora, por su parte, debe hacer valor su mayor capacidad de rotación para llevar el partido a un ritmo que perjudique a los asturianos. “Eso es fácil de decir, y muchos lo han intentado, pero lo cierto es que Gijón ha sumado muchas victorias y sus jugadores son expertos y saben guardar energías para cuando lo necesitan”, ha explicado el entrenador local.
El principal problema del CB Zamora a estas alturas de temporada esa la falta de acoplamiento del equipo. “Llevamos cuatro semanas sin poder entrenar, primero fue una ventana FIBA, luego un virus, luego un jornada intersemanal y más tarde las Navidades”. Por eso, ahora lo único que jugadores y cuerpo técnico piden “son otras dos o tres semanas de entrenamiento que permitan afrontar al equipo la segunda parte de la liga con mayores garantías”.
Aún así, el balance que Saulo hace de este primer tramo de la liga es positivo. “Llevamos 6 victorias, estamos en puestos de play off y a apenas una victoria del tercer clasificado, es para estar contento”.
El entrenador solo destaca un borrón en esta primera parte de la liga, la reciente derrota en Algeciras, donde la sensaciones “fueron muy malas” y en las que el equipo ofreció una imagen en defensa muy alejada de los habitual. “Normalmente, no encajamos más de 70 puntos y ese día nos metieron más de 90 con absoluta facilidad”.
