El equipo babazorro finalizó en segunda posición en el grupo II

Raúl Nieto

El Zamora ya conoce la primera piedra de las dos piedras que tendrá que dejar atrás para celebrar el ascenso de categoría. Al finalizar quinto clasificado tras vencer al Cristo Atlético, los rojiblancos estaban destinados a enfrentarse con un segundo de otro grupo. El Deportivo Alavés “B” fue el rival en suertes, evitando así un filial como el Atlético de Madrid, o desplazamientos lejanos como Recreativo de Huelva o Penya Deportiva.

Al llegar a la eliminatoria con peor clasificación, el Zamora tendrá que disputar la ida, este domingo, como local. En el próximo fin de semana, con horario por confirmar, la Ciudad Deportiva de Ibaia acogerá el segundo y definitivo partido en tierras alavesas. Para superar a los vascos, el Zamora de Yago Iglesias tendrá que tener en cuenta dos circunstancias un tanto especiales: por un lado, no habrá valor doble de los goles fuera de casa en caso de empate, y por el otro, no habrá tandas de penaltis al final de la prórroga, por lo que si persiste la igualdad, se clasificarán los alaveses al contar con mejor clasificación.

Por distancia era uno de los preferidos. Por méritos deportivos, cualquier equipo del bombo era temido. El conjunto entrenado por el leonés José Manuel Aira finalizó subcampeón del grupo II por detrás de un Sestao River que se ha mostrado intratable. Con 59 puntos, aventajaron en siete al quinto clasificado, por lo que este filial vitoriano llega con menos tensión competitiva que un Zamora que entró en la última jornada. Con 16 victorias, 11 empates y 7 derrotas (tres menos que los rojiblancos), el Deportivo Alavés “B” es el equipo menos goleado del grupo II, con solo 23 tantos encajados.

Ahora, los zamoranos tendrán que sacar un buen resultado en la ida para poder ir con colchón al País Vasco, donde, a buen seguro, las espadas estarán en todo lo alto y dónde se decidirá la clasificación para la final del play-off de ascenso.