Los de Unai Emery dispusieron de numerosas oportunidades pero el conjunto rojiblanco nunca bajó los brazos y dio toda una lección entrega y lucha
Se impuso la lógica y el Villarreal, un equipazo de Primer División, se impuso al Zamora CF, un equipazo, pero de Segunda B. Los hombres de David Movilla dieron un recital de lucha, entrega y orgullo, pero la calidad que atesoran en sus botas los jugadores del conjunto levantino marcó la diferencia entre ambos equipos en un partido de Copa del Rey vistoso y que entretuvo a los aficionados que se dieron cita este martes en el Ruta de la Plata.
La primera parte fue un recital del conjunto visitante. El Zamora CF puso la lucha y el Villarreal puso las ocasiones. Las milagrosas intervenciones de Mapisa evitaron una goleada de escándalo. Hasta ocho ocasiones clarísimas del Villarreal desbaratadas por el guardameta rojiblanco evidenciaron la superioridad de los hombres de Emery.
Bacca en el 31 y Yeremi en el minuto 42 materializaron dos de las muchas ocasiones visitantes.
La recompensa al descomunal trabajo de los jugadores locales llegó en el 47. Carlos Ramos aprovechó un balón suelto a 30 metros del área para empalmar un descomunal disparo que se coló como un obús por la escuadra de la portería del Villarreal.
En la segunda parte, el Zamora CF envalentonado por el golazo de Ramos se hizo dueño y señor del campo y por momento planeó por el Ruta de la Plata la posibilidad del empate. En la grada la afición se desgañitaba entonando un “sí se puede” que ponía alas en las piernas de los jugadores locales.
Lamentablemente, un equipo como Villarreal no perdona los errores y una defensa poco acertada de un corner permitió a Fer Niño marcar en el 72 el tercero de los visitantes que cayó como un mazazo entre los de David Movilla.
En el 87, otro balón filtrado a la espalda de la defensa rojiblanca permitió a Dani Raba plantarse ante Mapisa y marcar el 1 a 4 que sentenciaba el partido.
Curiosamente, pese a los cuatro goles encajados, Mapisa cumplió con nota en un partido en el que los levantinos dispusieron de numerosas ocasiones muy claras que el portero rojiblanco desbarató con grandes intervenciones.
