«Estos proyectos incidirán negativamente en nuestra provincia, aumentando la contaminación y propiciando que se acelere aún más la despoblación», afirman
Izquierda Unida de Benavente ha mostrado hoy su apoyo a la concentración del próximo domingo día 23 de mayo para exigir al gobierno regional que apruebe una moratoria a los proyectos de ganadería industrial que frene las autorizaciones de nueva instalación y las ampliaciones de las existentes, y que trabaje en un plan estratégico que evalúe los efectos no sólo medioambientales, sino económicos y demográficos.
Según señalan desde IU, no han dejado de crecer las licencias de ganadería industrial, sobre todo porcina con las licencias para macrogranjas en la provincia de Zamora y en general también en el resto de la comunidad y del país. Por ello, creen “importante el recurso de la movilización para que estos proyectos no den la puntilla a nuestra provincia con cifras alarmantes en despoblación”.
Señalan que además, el 92% de las emisiones de amoníaco en España son originadas por la ganadería industrial y siguen aumentando, al contrario que el resto de Europa. “Motivo por el que la Comisión Europea ha denunciado reiteradamente a España por exceder sus emisiones de amoniaco un 39% sobre el umbral establecido”, reiteran desde IU.
“En momentos como los actuales en que la salud pública debiera ser un tema prioritario, parece que se está aprovechando para dar manga ancha a proyectos que inciden en la contaminación de acuíferos y la emisión de gases efecto invernadero, sin olvidar las bacterias resistentes a los antibióticos que generan este tipo de explotaciones como son las macrogranjas”, alegan.
Proyectos que “incidirán negativamente en las bondades que tiene nuestra provincia, pues aumentará la contaminación, propiciando que se acelere aún más la despoblación y causará nefastos efectos para el turismo. Porque estos proyectos no son alternativas de la economía de la zona, ni fijan población. Al contrario, suponen una merma de calidad de vida, al generar problemas tan graves como malos olores y nitrificación del agua de abastecimiento público. Razones para luchar contra su instalación”, concluyen.