La exposición se completa con visitas guiadas, dos sesiones de magia y tres conferencias

La “particular” cámara de maravillas del mago Paco González ya puede verse en La Alhóndiga en una exposición que se abre hoy, a las 20 horas, y que  permanecerá en la sala hasta el 14 de junio. En un viaje que comenzó hace un millón de años, el ilusionista zamorano inauguró la muestra “El Gabinete de Curiosidades” con una visita guiada en la que no disimuló su “satisfacción” por dar a conocer por primera vez las piezas recopiladas en más de 30 países durante 15 años. Le acompañó la concejala de Cultura, María Eugenia Cabezas, que contextualizó las obras en “los orígenes de los ritos ancestrales que entroncan con el pensamiento mágico del ser humano y con el nacimiento del ilusionismo”. La edil animó a todos los zamoranos a visitar esta exposición de 130 objetos, pero también a participar en las actividades complementarias programadas: tres conferencias, dos sesiones de magia y varias visitas guiadas.

Paco González dio un salto en el tiempo y “regresó” a la Prehistoria, periodo que se condensa en una primera vitrina donde se muestran piezas de la época del “Homo Habilis”, una especie humana del Pleistoceno inferior que vivió en el sur y este de África hace unos 1,65 millones de años. A través de ese escaparate, los visitantes podrán observar una colección de bifaces originales, una réplica del hombre león de hace 35.000 años, probablemente la pieza de artemueble más antigua del mundo, reproducciones de las primeras “Venus” o máscaras rituales que aparecieron en Irán. Tras un “viaje” a lo largo de miles de años, el mago zamorano retornó al Neolítico, cuando la magia sale de las cuevas y comienzan a desarrollarse las creencias mágico-religiosas, periodo que en la muestra está representado por diversas piezas de santería de América Latina: campanas rituales, vasijas donde se guardaban restos de sangre humana o cenizas, un palo de muerto de Cuba, un máscara de jaguar de la zona de Barranquilla (Colombia), amuletos de Lima (Perú) para la buena suerte y la concepción, representados en figuras de toro que se colocan en el tejado de las casas, y relicarios y exvotos, algunos tan curiosos como los de México, en los que la Virgen de Guadalupe aparece representada junto a dos ametralladoras, y el de San Malverde, el bandido conocido como el “Robin Hood mexicano”, hoy venerado como santo por los narcotraficantes. “Estos relicarios apenas cuestan 0,50 céntimos de euro, pero son los que compran la mayoría de los mexicanos para protegerse en un país maravilloso, pero donde la vida no vale nada y te pueden pegar un tiro por unas deportivas o un móvil”, revela el ilusionista.

En otra de las vitrinas luce un altar con la figura de una “catrina”, una representación del Día de los Muertos creada por el caricaturista José Guadalupe Posada y bautizada así por el pintor Diego Rivera; una Virgen de Guadalupe que procede de su santuario original, y una máscara de “Huracán Ramírez”, luchador profesional mexicano. Y en este espacio se han colocado las únicos piezas procedentes de Zamora: un máscara de Villanueva de Valrojo, y el Zangarrón, la única pieza que no pertenece a la colección particular de Paco González y que ha sido cedida por la Asociación Amigos del Zangarrón de Sanzoles.

En la parte dedicada al ilusionismo, el visitante se encontrará con unas esposas del gran Houdini, el dado viajero, aros chinos, cubiletes que son una reproducción de los que había en la Edad Media,  juegos de trileros o una pizarra espiritista sobre la que lucen dos fotografías de uno de los grandes magos, zamorano de Bermillo de Sayago, de nombre Don Paquito Farrabús, un desconocido para el gran público pero que triunfó en los circos más importantes de Europa y fue conocido durante la primera mitad del siglo XX por ser el hombre más pequeño del mundo, con sus 63 centímetros de estatura. En una de las imágenes, el “pequeño” Farrabús aparece junto al gigante del Circo Price, que medía 2,30 metros.

La muestra se cierra con un espacio dedicado a los dispositivos ópticos del siglo XIX, entre ellos tres linternas mágicas originales, cuyo origen está en las cámaras oscuras y que son el precedente del cine, y varios “juguetes”: el praxinoscopio, el fotropo y el fenaquistoscopio. La exposición se completa con 25 carteles de ilusionismo, que también datan del siglo XIX.

La exposición podrá verse en horario de lunes a viernes eh horario de 10 a 14 y de 17 a 21.30 horas. La entrada es gratuita hasta completar aforo, pero para las visitas guiadas y las sesiones de magia es necesario inscribirse previamente en la Conserjería de la Alhóndiga. Los grupos no excederán de las 20-25 personas.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí