Alertan que la falta de aplicación de medidas educativas conlleva fracaso escolar, además de problemas de salud y emocionales

Castilla y León cuenta con seis asociaciones de Altas Capacidades distribuidas por la región. Todas ellas decidieron a finales de 2022 trabajar juntas para mejorar la situación de esos niños, niñas y jóvenes de Castilla y León. Así nace Arquímedes y lo hace bajo el lema “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo” como reflejo del respaldo que necesita el alumnado con superdotación para desarrollar su potencial.

Entre los primeros objetivos fijados por esta agrupación, uno de ellos ha sido la realización de un estudio en profundidad de la realidad de las Altas Capacidades en la región. Para ello se difundió una encuesta entre las familias socias que tuvo una gran acogida. Se recibieron 430 respuestas de familias que suponen una muestra representativa cercana al 50% de la población de estudiantes en edad escolar identificados en Castilla y León.

La encuesta aporta datos sobre la falta de aplicación de las medidas propuestas por los orientadores de los centros. Tan solo se ponen en marcha en el 21% del alumnado identificado. La falta de aplicación de esas medidas conlleva fracaso escolar, problemas de salud, emocionales, etc. Una problemática fácilmente evitable mediante una atención adecuada a sus necesidades. No obstante, los hay aún menos afortunados al no contar si quiera con un informe público que le de acceso a conocer su realidad y a poder acceder a algún tipo de medida. Así entre los niños/as encuestados un 20 % disponía solo de informe privado, que no tiene validez a nivel institucional, que certifica su alta capacidad intelectual.

El 88% de las familias han manifestado que su equipo de educativos no dispone de formación suficiente en Altas Capacidades, en un 40 % de los casos ha sido el propio equipo educativo quien les ha manifestado no tener formación suficiente.

Uno de los datos más destacables del análisis realizado es que entre los equipos educativos con formación en AACC los casos de acoso o de necesidad de ayuda psicológica se reducen de forma drástica.

Los resultados del estudio plantean unos retos claros en el ámbito educativo de cara a la mejora de la realidad de este alumnado. Entre ellos, la asociación destaca:

  1. Identificación y diferencia entre sexos. Se necesita una identificación temprana. Los primeros en detectar las altas capacidades en un alto porcentaje son las familias y luego un 30% los centros educativos. El 70% de las familias que acude a especialistas privados por la preocupación de no saber cómo tratarlos y ayudarlos. Añadir, que la probabilidad de que un hermano de un niño identificado con AACC también pueda presentar altas capacidades es muy alta. De los alumnos detectados un 22% son niñas y un 77% son niños.
  2. Admisión de evaluaciones de psicólogos clínicos sanitarios. De los niños encuestados un 20% no tiene informe público por lo que no tienen ningún tipo de medida educativa. Es necesario que se admitan evaluaciones privadas realizadas por especialistas colegiados y se atienda la necesidad del menor, mientras se realicen las pruebas que consideren necesarias en caso de querer contrastarlo.
  3. La total aplicación de la legislacion y de las medidas educativas establecidas. Tan solo un 21% del alumnado encuestado recibe las indicaciones que el orientador marca en su informe psicopedagógico, las cuales se da por válidas sin contrastar ni revisar posteriormente. Además, que estos estudiantes disfruten de las indicaciones muchas veces depende de la formación y voluntad del equipo directivo; con lo que lo que la aplicación de un derecho queda en manos del azar.
  4. Formación del equipo educativo y de orientación. Las familias se enfrentan a escasa formación especializada en el mundo de la superdotación, lo cual facilita la abundancia de estereotipos y mitos de las AACC entre el profesorado y el equipo de los centros escolares. Hecho que justifica la no atención de la necesidad educativa y favorece el bullying.
  5. Programa detecta y actividades extracurriculares del CREECYL. Se considera importante la puesta en marcha de un sistema de identificación global por profesionales especializados, basado en screeners con base científica al 100% del alumnado sin filtros previos del profesorado y en edades más tempranas. Así como potenciar el actual programa de enriquecimiento del Creecyl y ampliarlo a lo largo del curso escolar.

La escasa identificación convierte la alta capacidad intelectual en una realidad invisible. Según distintos autores, alrededor de un 10 % del alumnado posee alta capacidad intelectual. Actualmente según datos oficiales del MEFP solo son detectados 0,32 %, lo que supone tan solo el 4,22 % de los estudiantes en edad escolar con alta capacidad de Castilla y León. Estos datos son más evidentes aun entre las alumnas que únicamente representan el 22 % del total de alumnos/as detectados frente al 78 % de alumnos.