Las previsiones para 2021 apuntan a un crecimiento de la economía regional entre el 3,5% y el 5,4%

Unicaja Banco ha publicado el número 25 de su informe trimestral ‘Previsiones Económicas de Castilla y León’, que, como en ediciones anteriores, ha sido elaborado por Analistas Económicos de Andalucía. Según se recoge en el informe, de acuerdo con la Contabilidad Regional, publicada por la Dirección General de Presupuestos y Estadística de la Junta de Castilla y León, en 2020 el Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León ha registrado un descenso del 7,9%, con una aportación negativa de todos los componentes de demanda, a excepción del consumo de las Administraciones públicas. Por su parte, según los últimos datos publicados por la Encuesta de Población Activa (EPA), el empleo disminuyó en el promedio del año un 2,6%, situándose la tasa de paro en el último trimestre de 2020 en el 11,6%.

En cuanto a 2021, las estimaciones realizadas por la sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco apuntan a un aumento del PIB de la región comprendido entre el 3,5%, en el escenario menos favorable, y el 5,4%, en el más favorable. Asimismo, se prevé un aumento del empleo del 0,4%, situándose la tasa de paro en el 12,9%. En un escenario más adverso, esta tasa podría alcanzar el 13,6%, manteniéndose prácticamente el número de ocupados.

Este informe se divide en tres apartados: 1) Entorno económico; 2) Evolución reciente de la economía de Castilla y León, y 3) Previsiones económicas de Castilla y León 2021. En el primero se describe el contexto económico internacional y nacional. En el segundo se realiza un análisis de coyuntura de la economía de Castilla y León, prestando atención a la evolución de sus principales magnitudes, así como a la especialización productiva de la región. Y, finalmente, en la última parte se incluyen las previsiones sobre la evolución del PIB y del empleo en la Comunidad para 2021.

Entorno económico mundial y nacional

Según el último informe de la OCDE, en el tramo final de 2020 se produjo en muchos países un repunte de los contagios que dio lugar a la introducción de nuevas medidas de contención de la pandemia, que se ha intensificado en los primeros meses de 2021. Para este ejercicio, se estima un crecimiento de la economía mundial del 5,6%. Se espera que, a mediados de 2021, la producción mundial recupere los niveles previos a la pandemia, en caso de que se alcancen los objetivos de vacunación previstos y no surjan nuevas variantes del virus que puedan traducirse en un empeoramiento de la situación epidemiológica.

En este contexto, en el cuarto trimestre de 2020, la economía española mantuvo los niveles de producción en relación al trimestre anterior. En términos interanuales, la variación del PIB se situó en el -8,9% (-4,9% en la Zona Euro).

Diferenciando por componentes, desde la perspectiva de la demanda, se produjo un descenso generalizado, exceptuando el consumo de las Administraciones públicas (con un aumento del 4,5% con relación al cuarto trimestre de 2019). Destaca la caída de las exportaciones, superior al 15%, especialmente en el caso de los servicios turísticos, en tanto que el consumo de los hogares ha disminuido más de un 9%. Desde la perspectiva de la oferta, todas las ramas de actividad han experimentado una contracción, a excepción del sector agrario, administración pública y actividades financieras y de seguros.

En el conjunto de 2020, la economía española ha registrado una caída de la producción del 10,8% (-6,6% en la Zona Euro). Para 2021, el crecimiento estimado por la OCDE se sitúa en el 5,7%, tras la revisión al alza que se ha llevado a cabo, la mayor de entre las principales economías de la Zona Euro. Por su parte, el Banco de España prevé un incremento del 6,0%, en el escenario central, con un mayor aumento de la actividad en la segunda mitad del año, sustentado en los avances en el proceso de vacunación y en la implementación de proyectos ligados al programa de  fondos europeos Next Generation (NGEU, por sus siglas en inglés), si bien parte del impacto positivo de este programa se trasladaría a 2022.

Evolución reciente de la economía de Castilla y León

Según la Contabilidad Regional Trimestral, publicada por la Dirección General de Presupuestos y Estadística de la Junta de Castilla y León, en el cuarto trimestre de 2020 el PIB creció un 1,8%, frente al 15,9% del trimestre anterior, como consecuencia del empeoramiento de la situación sanitaria en el tramo final del ejercicio, que conllevó la reintroducción de restricciones a la movilidad y la actividad. En términos interanuales se registró un descenso del 4,0%.

La aportación de la demanda interna ha sido de -4,3 puntos porcentuales (p.p.). El consumo de los hogares disminuyó un 6,9% en términos interanuales, en tanto que la caída de la inversión se moderó hasta el 7,3%. Únicamente aumentó el gasto en consumo de las Administraciones públicas (7,0%). En lo que respecta al sector exterior, se ha producido un descenso, tanto de las exportaciones como de las importaciones (-7,7% y -7,5%, respectivamente).

Desde la óptica de la oferta, se ha registrado un crecimiento trimestral generalizado, superior en la industria y en el sector agrario. En términos interanuales, el descenso del Valor Añadido Bruto (VAB) regional se ha debido a las caídas registradas en la construcción (-7,5%) y en los servicios de mercado (-8,8%), en tanto que la industria y el sector agrario han experimentado sendos incrementos del 3,7% y 8,5%, respectivamente.

En el conjunto de 2020, la economía de Castilla y León ha registrado un descenso del 7,9% (-10,8% en España). El sector primario junto con las ramas energéticas y los servicios de no mercado son las ramas que crecieron en 2020. Desde el punto de vista de la demanda, se ha producido un descenso generalizado, exceptuando el consumo público.

En lo que respecta al mercado de trabajo, los datos de la EPA y de afiliación a la Seguridad Social reflejan una recuperación parcial del empleo perdido desde el inicio de la pandemia, encontrándose a finales de febrero 40.323 trabajadores en situación de ERTE.

Según la EPA, en el cuarto trimestre de 2020, el número de ocupados en Castilla y León se incrementó en 5.800 personas, situándose en 976.600. Hay que recordar que esta cifra incluye a los afectados por ERTE con suspensión de empleo. En términos interanuales, el empleo disminuyó en 27.300 ocupados (-2,7%), debido, sobre todo, a la disminución en el número de asalariados con contrato temporal (-14,1%), ya que aquellos con contrato indefinido han aumentado un 0,8%. Por sectores, únicamente ha crecido el empleo en la construcción. La tasa de paro se ha situado en el 11,6% (16,1% en España).

Por su parte, el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social se situó en febrero en 896.543, lo que supone una disminución de un 2,0% con respecto al mismo mes de 2020 (-2,1% en España). Por ramas de actividad, destaca la pérdida de empleo en la hostelería, así como en las actividades artísticas, industria o comercio.

Previsiones económicas de Castilla y León 2021

Las previsiones realizadas por Analistas Económicos de Andalucía apuntan a que en 2021 el PIB de Castilla y León podría crecer un 5,4%, en línea con la estimación para el conjunto de España. Este crecimiento podría ser inferior, del 3,5%, en un escenario más adverso. A este respecto cabe señalar que la incertidumbre sigue siendo muy elevada, y la evolución de la pandemia y los procesos de vacunación continúan condicionando la recuperación económica.

Asimismo, se estima que, en el promedio de 2021, el número de ocupados aumente un 0,4%, alcanzando los 968.500 ocupados, en torno a 3.800 ocupados más que en 2020. Por su parte, el número de parados podría crecer alrededor de un 8%, situándose la tasa de paro en el 12,9% en el promedio del año. Esta tasa podría ser algo superior en un escenario más adverso (13,6%), estimándose en este caso un volumen de empleo prácticamente similar al de 2020.

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