En primera instancia se ha advertido a la constructora que no hay razones para ello y le conmina a seguir trabajando en la parte del solar donde no ha aparecido la atarjea
La junta de Castilla y León, insiste, las obras del Museo de Semana Santa no están paralizadas, al menos no oficialmente, aunque la empresa pidió el 3 de abril parar los trabajos, una petición que fue rechazada justificando que se puede seguir trabajando en otra parte del solar donde no ha aparecido la atarjea, y que la empresa volvió a solicitar el viernes pasado alegando que hay razones técnicas para no seguir. La junta responderá esta semana.
De esta manera ha querido explicar la directora general de la Vivienda, Arquitectura, Ordenación del Territorio y Urbanismo, María Pardo, la situación generada en el proyecto del museo de Semana Santa, un proyecto adjudicado por 7,7 millones de euros, “complejo”, y en el que este tipo de situaciones se consideran “normales”.
Pardo transmitió un mensaje de “tranquilidad” tras la reunión mantenida este martes entre la Junta, la Diputación de Zamora y el Ayuntamiento de la capital, las tres instituciones que financian el proyecto, además de la Junta pro Semana Santa.
Aseguró que el hallazgo de una atarjea en el solar del museo ha sido una “incidencia” que se encontraba casi “contemplada”, aunque en la licitación no se pudo recoger y tendrá que valorarse ahora, desde el punto de vista económico, lo que habrá que pagar a la empresa para llevar a cabo la actuación marcada por Patrimonio: el mantenimiento de la estructura y traslado de parte de ella.
Señaló María Pardo que en la obra del museo de Semana Santa se ha producido otra incidencia, la necesidad de apuntalar una vivienda antes de llevar a cabo el derribo de las antiguas oficinas de la Junta pro Semana Santa para evitar grietas. “Se está llegando a un acuerdo con la propietaria”, dijo, para poder llevarlo a cabo, una actuación pequeña que se podría realizar en apenas 24 horas si la dueña se aviene a dejar la casa mientras dura.
La empresa, al menos de forma “oficial”, no ha pedido un incremento del presupuesto y la Junta no contempla que se puedan producir retrasos.
María Pardo se mostró partidaria de “dejar a la empresa un plazo para que valore qué es lo que más le conviene”. Si se le dice que debe continuar la obra, tendría que hacerlo y en caso contrario se llevaría a cabo la resolución del contrato.