Cuenta con 140 metros de alto por 250 metros de ancho y es capaz de embalsar 115 hectómetros cúbicos en una superficie de 368 hectáreas, equivalente a casi 97 estadios como el Bernabéu

La presa de Aldeadávila, propiedad de Iberdrola, se ha convertido en uno de los escenarios de cine más codiciados de nuestro país, en esta ocasión al ser elegida por Universal Pictures para la décima entrega de Fast & Furious, que se ha estrenado este fin de semana y como se esperaba, ha conquistado la taquilla en todo el mundo.

Esta instalación hidroeléctrica, que sigue sorprendiendo por su grandeza y por el lugar en el que fue construida, en una zona escarpada de rocas de granito cuya belleza atrae a centenares de visitantes cada año, ha podido contemplarse en todo su esplendor en la gran pantalla tras el estreno el pasado viernes de una de las sagas más icónicas de Hollywood.

A su paso por la provincia de Salamanca, con más de medio siglo a sus espaldas, Aldeadávila cuenta con 140 metros de alto por 250 metros de ancho y es capaz de embalsar 115 hectómetros cúbicos en una superficie de 368 hectáreas, equivalente a casi 97 estadios como el Bernabéu.

Enclavada en el impresionante cañón del tramo inferior del río Duero en el Parque Natural de Arribes del Duero, ha sido también protagonista del rodaje de otras importantes producciones cinematográficas tan reconocidas como la última saga de Terminator, Doctor Zhivago, ganadora de cinco Oscar y otros tantos Globos de Oro, y la española La Cabina, de Antonio Mercero.