A pesar de la mejoría, la provincia tiene entre los mayores de 60 años la incidencia más alta de la región
La séptima ola empieza a mostrar signos de debilitamiento. Tanto entre la población en general como entre los colectivos de riesgo (mayores de 60 años), la incidencia acumulada de la infección comienza a remitir aunque de forma muy débil por el momento.
Si la incidencia acumulada el pasado 6 de mayo estaba en 1.345 contagios por cada 100.000 habitantes a 14 días, este martes este mismo parámetro se sitúa en los 1.274 casos por cada 100.000 habitantes. Un descenso todavía tímido pero que resulta esperanzador y permite vislumbrar una mejora de la situación general a medio plazo.
Los datos con respecto a los mayores de 60 años siguen, de toda formas, ofreciendo un panorama preocupante. Zamora se sitúa como la provincia con la incidencia más alta, con 1922 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, una cifra muy alejada de la media regional, situada en los 1.447 casos.
Con respecto a la presión asistencial, vuelve de nuevo a subir, pasando de los 67 pacientes que había el viernes a los 71 de este martes.
