Los pistacho caen derrotados en el pabellón Ángel Nieto por 17 a 27 ante un UBU Burgos que se mostró muy superior

El inicio de temporada protagonizado por el Balonmano Zamora es más que preocupante. El equipo es colista, después de cinco jornadas, con cuatro derrotas y un solo empate. Y lo peor no son las estadísticas, que casi no podrían ser peores, lo más preocupante es la triste sensación que produce un equipo que no termina de encontrar la clave para mejorar su juego y transmitir, al menos en casa, la sensación antaño siempre presente de ser un conjunto aguerrido y siempre complicado de batir.

El penoso transitar por esta temporada del conjunto pistacho le convierte en presa fácil para cualquier equipo. Este sábado, ha sido el UBU Burgos el que ha machacado sin piedad a los de Fran García.

Como ejemplo de lo vivido esta tarde en el pabellón, valga la primera parte. En los tres primeros minutos el Balonmano Zamora marcó tres goles. Necesitó otros 27 para hacer los tres siguientes. Con una incapacidad ofensiva como esa, el 6 a 13 al descanso parecía hasta un resultado corto.

En la segunda parte, pues más de lo mismo, los de Fran García trataron de elevar un poco su nivel de juego, pero Burgos no dio ninguna opción a los locales, que bastante hicieron con evitar un marcador de escándalo.

Cada acción de los locales era respondida sin contemplaciones por los burgaleses, que se aprovecharon de la incapacidad anotadora de los pistacho para marcar diferencias en el electrónico.

No se les pueden negar a los jugadores las ganas y el deseo de mejorar, pero el conjunto no da con la tecla para hacerse fuerte, al menos, en un Ángel Nieto que cada vez ve con mayor preocupación la marcha del equipo.

 

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