Cuando se instalen las cámaras de vigilancia las calles quedarán de nuevo limpias de bolardos
Los bolardos que desde hace unos días se han convertido en incómodos protagonistas de las calles de la zona centro tienen fecha de caducidad. El concejal de Urbanismo, Obras y Movilidad Sostenible, Romualdo Fernández, ha explicado esta mañana, para aclarar la polémica suscitada por la presencia de los bolardos en las calles semipeatonalizadas, que desaparecerán en cuanto se instalen las cámaras de vigilancia que convertirán esa zona en zona de bajas emisiones.
El concejal ha asegurado que los bolardos no serán necesarios en cuanto las cámaras vigilen que los conductores no aparcan en estas calles entorpeciendo el paso de los peatones. “Estamos en un momento de transición, en el que se ha primado es la seguridad vías instalando los bolardos para que los conductores no aparquen y para reducir la intensidad del tráfico”.
En una segunda fase, ha señalado Romualdo Fernández, “y cuando los ciudadanos vean que no tiene sentido circular por esas calles porque no se puede aparcar”, los bolardos no tendrán ya sentido y dejarán de ser un incordio.
Fernández ha avanzado, eso sí, que en ningún caso de prohibirá la circulación por estas calles, ni ahora con la instalación de los bolardos ni en el futuro cuando estén instaladas las cámaras. “Cuando la gente no tenga expectativas de aparcar, estamos convencidos de que se reducirá enormemente el tráfico” y estas calles tendrán entonces verdaderamente un carácter más amable con el ciudadano.