Acusan a la Subdelegación de Gobierno de “mirar para otro lado” y permitir una fiesta manifiestamente ilegal

La celebración de una fiesta rave en las orillas del embalse de Almendra, en lo que antaño fueron terrenos del pueblo de Argusino, ha levantado una oleada de críticas por parte de los vecinos de la zona, que no entienden cómo las autoridades han permitido una concentración que no cuenta con ningún tipo de permiso y que está provocando importantes molestias a los vecinos.

Si la llegada de los primeros camiones y la primeras autocaravanas provocó una mezcla de asombro y sorpresa entre los habitantes de la zona, el paso de las horas ha provocado una indignación generalizada entre los vecinos, que no tienden como miles de personas se pueden concentrar en las orillas del embalse ante la indiferencia de las autoridades. Para Nicolás De la Puente, un sayagués residente en Bilbao pero que estos días ha regresado a su tierra para disfrutar de la tranquilidad de la zona, la presencia de la fiesta rave es un hecho “vergonzoso”. Para este vecino la actitud de la Subdelegación de Gobierno es “lamentable”. Pese a que el despliegue de Guardia Civil es importante, lo cierto es que la fiesta esta madrugada duró hasta altas horas de la madrugada. “Han mirado para otro lado, han preferido no enfrentarse al problema y dejar que esta gente haga lo que le da la gana”.

Para otros vecinos, como es el caso de Inmaculada Moreno, también de ascendencia sayaguesa y de vacaciones en la zona, lo más triste es que se haya permitido la fiesta rave mientras que a los vecinos de la comarca se les exige todo tipo de permisos y papeleos para hacer cualquier tipo de actividad. “Seguro que si mi grupo de amigos hubiéramos acampado junto al embalse nos habrían desalojado, y casi seguro que hubiéramos sido multados”.

Entre los más sorprendidos por la fiesta rave han sido los miembros de la Asociación Argusino Vive, que esté sábado iban a disfrutar de una fiesta de hermandad en la zona y que han tenido que cambiar sus planes y trasladar la fiesta al pabellón de Villar del Buey. Ayer colgaban en sus redes sociales un peculiar aviso en medio del asombro de todos: “Desde la junta directiva de la asociación nos hemos encontrado tan sorprendidos como podéis estarlo vosotros con el asentamiento organizado en los alrededores de nuestra querida ermita. Por el bien y la tranquilidad de nuestra actividad, hemos trasladado la merienda”.

El hecho de que la fiesta, para colmo de males, se haya organizado sobre los terrenos en los que antaño se levantaba Argusino, ha provocado el enfado de unos vecinos que casi consideran el lugar como algo sagrado y sobre el que tienen importantes lazos sentimentales.

 

 

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