El leonés y la vasca se adjudican la carrera por etapas del Parque Natural del Lago de Sanabria después de tres jornadas de deporte y naturaleza

El Ultra Sanabria Caja Rural cerró este domingo su edición más difícil y también la de más nivel deportivo. La carrera por etapas del Parque Natural del Lago de Sanabria, en Zamora, clausuró la prueba sin incidentes tras la aplicación con rigurosidad del protocolo anticovid aprobado por las autoridades.

La responsabilidad de los corredores -siempre con mascarilla-, el respeto a los horarios para el buen desarrollo del evento, así como la ausencia de público, familiares y aficionados en los espacios comunes, propiciaron que no hubiera que lamentar ningún contratiempo y se pudiese disfrutar de una de las pocas pruebas de ‘trail running’ en la Península, la única de momento por etapas en la era covid.

La cuarta edición será recordada por el coronavirus, pero también por el gran nivel deportivo exhibido por los participantes, de hecho, se batió el récord de tiempo en meta, en todas las etapas del Ultra; un patrón que también se repitió en los circuitos del Gran Trail y el Maratón.

El leonés Manuel Merillas y la vasca Oihana Kortazar fueron los grandes abanderados del evento patrocinado por la Diputación de Zamora. Ambos se impusieron en el Ultra de forma incontestable, aunque en el caso de Merillas, la última etapa fuese para el catalán Jan Margarit, quien consiguió acabar con el dominio del nuevo campeón del Lago Salvaje.

Ambos se jugaron la etapa reina, de 32 kilómetros y 1.640 metros de desnivel positivo, que superó el técnico Cañón del Tera, en un descenso de locura por el Cañón del Forcadura a Vigo de Sanabria, tras el cual Margarit logró coger unos segundos a Merillas para llegar en solitario al Monasterio cisterciense de San Martín de Castañeda, centro neurálgico de la prueba zamorana.

Al leonés, con una buena renta sobre sus perseguidores, merced a sus triunfos en las jornadas previas, le acompañarán en el palmarés de la carrera, el venezolano Samuel Dávila, que llegó tercero a San Martín y que se confirmó como uno de los corredores más regulares; y el propio Margarit.

El cuarto puesto fue para el zamorano Santiago Mezquita, quien además se adjudicó el maillot del descenso tras ser el mejor en esta faceta en las tres jornadas del Ultra, mientras que el Gran Premio de la Montaña y el jersey azul de la General fueron para el propio Merillas.

En el cuadro femenino, Oihana Kortazar relevó a la reina del Lago, la gallega Aroa Sío en el palmarés de un Ultra Sanabria Caja Rural con el que se volcaron Alimentos de Zamora, Grupo Palausa, Villa Lucerna Sport & Hotel Resort y Caja Rural.

La vasca completó su triplete en Sanabria, con un nuevo triunfo y acaparó los tres maillots: el azul de la General, el de descenso y el de la montaña. “Ha sido una carrera que ha tenido de todo, y me ha encantado”, reflejó la ganadora, quien también hizo un guiño en la meta a la “tecnicidad de las rocas sanabresas”.

El segundo puesto fue para Sío, que volvió a demostrar un gran nivel, y rebajó todos sus tiempos con respecto a la pasada edición en la que fue campeona, y que reflejó el nivel deportivo de la presente edición.

El podio lo completó la portuguesa Lucinda Sousa, a la que siguió la brasileña Manu Vilaseca.

El Gran Trail y el Maratón no experimentaron cambios, pese a la igualdad predominante en los primeros puestos, y en el caso del GT, el asturiano Andrés Blanco volvió a demostrar ser el corredor más fuerte, también en la etapa reina cuyo recorrido coincidió por el Cañón del Tera con el Ultra. A Blanco le siguió David López Castán y Marcos Naya, los tres corredores que también coparon los podios durante las tres etapas. Otra muestra del alto nivel, que el ganador casi rebajó el tiempo total de la prueba en veinte minutos con respecto a 2019.

En el cuadro femenino, la hispano francesa Celine Gallardo volvió a imponerse y con ello logró el maillot rojo de la General, seguida de Sonia López y la lusa Diana Elias.

En lo relativo al Maratón, prueba que como es habitual rindió tributo a los fallecidos en la tragedia de Ribadelago en 1959 y que salió junto al memorial de la localidad, la madrileá Cristina Trujillo volvió a exhibirse en el recorrido de16 kilómetros y llegó en solitario a la meta, con un merecido triunfo y el jersey verde de campeona. Por su parte, en el cuadro masculino, el joven asturiano Dimas Pereira aguantó los ataques del extremeño Mario Mirabel, y se hizo con el maillot verde, pese a que no ganó la etapa, que fue para el portugués João Lopes. De nuevo el tiempo total de la carrera se rebajó en veinte minutos, con el vigente campeón el luso Rubén Veloso, décimo, pese a también rebajar su tiempo de la pasada edición.

El fin de evento también contó con el Gran Premio Diputación de Zamora, carrera de un solo día y que se celebró en el recorrido de la etapa reina, y en el que se impusieron el portugués Ricardo Carreira y la balear Àngels Llobera.

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