A través de ayudas directas para paliar las pérdidas económicas y los costes de las medidas para su control
«Se nos cae el alma a los pies al ver a los ganaderos zamoranos de vacuno que han resistido manteniéndose en las comarcas de esta tierra y conservando las razas autóctonas protegidas, cuando ven que una enfermedad del ganado que no era habitual en Europa comienza a provocar la enfermedad y muerte de sus vacas» relatan desde Izquierda Unida.
Se trata de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), conocida como «fiebre de las vacas», que se ha ido extendiendo por otras provincias hasta llegar a la zona sur de Zamora, provocando pérdidas económicas para los ganaderos, y una gran incertidumbre sobre la forma de actuar para combatirla y para evitar su propagación.
Además de las pérdidas económicas por la muerte de las vacas, existen otras pérdidas indirectas como abortos, afecciones a la vitalidad del rebaño, gastos veterinarios y de productos insecticidas, gastos derivados del autocontrol en las explotaciones, e impacto de limitaciones a la venta y exportación del ganado.
Desde el grupo político han asegurado que: «Por más que se difunda que no afecta a la salud de los consumidores, lo cierto es que no sólo afecta al sector ganadero de toda la provincia, sino que puede extenderse a todo el ámbito agroalimentario porque los mercados son muy sensibles a cualquier problema relacionado con la alimentación y la salud».
Manifiestan los ganaderos que se sienten abandonados, y por ello Izquierda Unida pide a la diputación que no mire hacia otro lado, ni se escude en las competencias institucionales para lavarse las manos. Por los directamente afectados que se enfrentan a un problema. Y porque el problema se extiende a toda la provincia, sobre todo a la zona rural y a uno de nuestros sectores económicos estratégicos: la agroalimentación.
«Si se mueren las vacas, ¿quién va a apostar por comer carne de Zamora? Si ya existen problemas suficientes para mantener la población en la provincia, los problemas añadidos del sector ganadero no hacen más que agravar uno de los problemas sociales de primer orden: la pérdida de empleo y la despoblación de la zona rural» denuncian.
Por ello, para que no tengan que seguir diciendo en palabras de los afectados: «A los que están en el sillón les da igual que se nos mueran las vacas». Y porque necesitan ayuda de asesoramiento y económica (recuerdan que la Diputación acabó 2022 con 80 millones de remanentes sin gastar) proponemos al Pleno del día 1 de septiembre la siguiente
La moción de urgencia consiste en:
I. Instar al Ministerio de Agricultura y a la Consejería de Agricultura de la Junta de CyL a definir un plan de lucha y control de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) ante el creciente número de focos en explotaciones de vacuno que incluya: Información y propuestas de control de la enfermedad, y ayudas directas a las explotaciones afectadas para hacer frente a las medidas necesarias para su erradicación.
II. Poner a disposición de los ganaderos afectados la información y asesoramiento de los servicios veterinarios del Área de Agricultura, Ganadería y Zonas Verdes de la Diputación, que tiene entre sus funciones la de apoyar a la ganadería y a las asociaciones de criadores de raza bovina sayaguesa.
III. Establecer desde la Diputación una línea extraordinaria de ayudas o subvenciones económicas a los ganaderos cuya cabaña esté afectada por la EHE con cargo a remanentes de tesorería –compatibles con otras posibles ayudas del Estado o de la Comunidad- para hacer frente a las pérdidas económicas directas, y a los costes de las medidas para erradicar la enfermedad y prevenir su expansión a otras zonas.