Las de Ricardo Vasconcelos reaccionan a tiempo y suman un triunfo que quita todos los complejos a un equipo que aspira a todo
Duelo de altura el que tenía el Recoletas Zamora hoy en Zizur Mayor. Allí se enfrentaban los dos únicos invictos de la Liga Femenina Challenge, por lo que, como así se esperaba, se vivió un partido de los que hacen afición.
Las de Ricardo Vasconcelos visitaron a Ardoi con la intención de dar un puñetazo en la mesa, y así ocurrió. El portugués optó de inicio con Knezevic, Edowo, Hart, Sara Castro e Isa Latorre. Y con un quinteto de gala, a las naranjas les costó cogerle el ritmo al partido. De hecho, el primer cuarto fue de las navarras ante un Zamarat que por momentos se vio superado. Siete puntos por debajo se fue el Recoletas al final del primer cuarto.
Pero las naranjas reaccionaron a tiempo. Poco a poco fueron entrando en el partido, defensivamente crecieron las de Vasconcelos y en la ofensiva tampoco se desentonó. Poco a poco se fueron reduciendo las distancias, y al descanso las zamoranas ya solo perdían de uno, que bien pudo ser un empate a merced de un tiro libre que no llegó a entrar.
En la segunda parte, el Zamarat se destapó. Pasó por encima de Ardoi, no tanto en el tercer cuarto como en el último, pero ganó todos los parciales. De hecho, las naranjas, que llegaron a ir perdiendo de siete llegaron por delante a los últimos diez minutos. Allí se sentenció el choque. Con un parcial de 7-17, las zamoranos se llevaron el gato al agua en el primer test serio que ofrece la competición.
Con un 51-61, el Recoletas acaba la jornada como líder en solitario, y con la sensación de que este año puede que sea el bueno. Al menos, el comienzo es inmejorable para un equipo con mucho margen de mejora.