La niebla y las temperaturas bajo cero crean un paisaje idílico que complica el movimiento por la ciudad
La combinación de la niebla y las temperaturas bajo cero que está viviendo Zamora en estos últimos días ha dado lugar este viernes a un día más de cencellada.
Desde el punto de vista paisajístico, la ciudad presenta un paisaje idílico que lleva a muchos ciudadanos a pasear por los parques y la orilla del río Duero, a pesar de las bajas temperaturas.
Sin embargo, la acumulación de cencellada sobre la calzada y las aceras está provocando también situaciones de peligro a la hora de circular por las aceras.
Operarios municipales han esparcido sal a primera hora de la mañana en los lugares más comprometidos, como entradas a los centros educativos y los centros de salud, y las zonas más transitadas, como los accesos a los pasos de cebra. Sin embargo, la escasez de fundentes, está haciendo que el reparto sea mucho menor que en otras ocasiones y no llega a cubrir las necesidades.