La Alianza considera prioritario que la administración regional y las diputaciones provinciales pongan en marcha un plan de rescate excepcional por la sequía para los ganaderos ante la falta de pastos naturales, la previsión de escasez de paja y el encarecimiento de los piensos

La Alianza UPA-COAG reclama a la Consejería de Agricultura y a las  diputaciones provinciales que con carácter extraordinario adopten medidas especiales de apoyo a los ganaderos, especialmente de extensivo de esta región, por la situación extremadamente delicada motivada por la sequía.

Nuestra organización reclama un apoyo específico para la alimentación de la ganadería  ante las pérdidas millonarias que sufrirá como consecuencia de la ausencia de precipitaciones en lo que va de año y la ausencia de pastos, paja y el encarecimiento de los piensos.

Con la sequía desde primeros de año y los pastos vacíos, el ganado está comiendo lo almacenado para el segundo semestre del año,  por lo que los ganaderos atípicamente para las fechas en las que nos encontramos van a tener que recurrir mucho antes de lo previsto a la compra de alimentación.

Por este motivo, la Alianza UPA-COAG considera básico que se ponga en marcha un Plan de Rescate excepcional por parte de la Administración regional y por parte de las diputaciones provinciales ante las circunstancias tan adversas que están atravesando los ganaderos. Los profesionales del sector no necesitan un apoyo testimonial y solidario a través de gestos o declaraciones como ya se han producido, sino una medida concreta y eficaz como es la subvención destinada a sufragar un coste de producción básico como es la compra de comida para los animales.

No hay pastos, no hay forrajes, no habrá paja ante la desastrosa cosecha que se prevé y los ganaderos tienen que alimentar al ganado con reservas que tenían para finales de verano y con piensos que están incrementando su precio, lo que significa que muchos ganaderos estén alarmados ante la dificultad para hacer frente a una situación muy delicada en las próximas semanas.

Por otro lado, esta acuciante sequía está empezando a provocar una menor productividad en las granjas lecheras, lo que se suma al problema de los sobrecostes del pienso y por lo tanto a una falta de rentabilidad, lo que vuelve a poner encima de la mesa la realidad de que una vaca muerta valga más que una viva.

La Alianza UPA-COAG recuerda que primero fue la pandemia por coronavirus, y desde entonces los problemas para la ganadería no han parado, con la guerra en Ucrania y el consiguiente desabastecimiento de materias primas, la subida de precios global y el alto coste de la energía y de los costes de producción.

Sirva como ejemplo que si hace dos años alimentar a una vaca podía costar al día unos seis euros, ahora ya hablamos de más del doble, y la situación puede ser peor en las próximas semanas.

 

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