La formación leonesista también llevará estas irregularidades a las Cortes
autonómicas

El pasado 13 de agosto, otra vez más, se declaró un incendio de varios días de duración en el vaso de rechazos del vertedero provincial, situado en el barrio de Carrascal de la capital zamorana. «Diversas autoridades de la ciudad y provincia, responsables de la gestión de este centro, se han afanado en trasladar a la sociedad zamorana la normalidad de que se produzcan incendios en este tipo de depósitos, así como de la buena gestión llevada a cabo a la hora de sofocarlos, cuando nada más lejos de la realidad y de la legalidad que rige en estas explotaciones» comienza relatando Unión por el Pueblo Leonés .

De hecho, según aseguran desde la formación, se ha actuado con grave riesgo para el medio ambiente, lo que pudiera afectar a las personas, y no sólo en las inmediaciones del centro de residuos: «Así todos hemos podido escuchar de boca del Sr. presidente de la Diputación que para controlar el incendio se ha estado regando con lixiviados, cuando esta práctica está terminantemente prohibida por la legislación ambiental que rige el vertedero provincial debido al peligro contaminante que entraña, así lo refleja textualmente la autorización ambiental concedida al Centro de Tratamiento de Residuos».

Pero, ¿qué son los lixiviados?, son líquidos altamente contaminantes que se producen en el acúmulo de basura, una mugre que se recoge en una balsa y que dada su peligrosidad, y según ordena la legislación ambiental, deben ser eliminados mediante la deshidratación del líquido por evaporación del agua en un régimen atmosférico forzado, para a continuación inertizar el concentrado con cal viva y recubriendo el resultado con cemento, algo que da una idea de la alta toxicidad de estas sustancias; y no es para menos, análisis del propio Centro de Tratamiento de Residuos indican en esos líquidos la presencia de más de setenta elementos sumamente peligrosos, por citar algunos: arsénico, cianuros, plomo, fluoruros, numerosos disolventes clorados y un elevado número de plaguicidas organoclorados.

Pues bien, según aseguran, con este cóctel se ha estado regando, y por tanto contaminando no solo suelo, sino también atmosfera, a merced de hacia donde soplase el aire. «Hay que significar que esta práctica ilegal ya fue sancionada en 2018 por la Dirección General de Calidad y Sostenibilidad Ambiental por actuar de idéntica manera en otro incendio en este centro, la multa en aquel entonces fue de 20001€ y la pérdida del infractor de obtener subvenciones de la consejería competente en materia de medio ambiente durante un plazo de dos años, sanción que parece no haber sido lo suficientemente ejemplarizante a la vista de la reiteración de los hechos» denuncia el partido.

«No satisfechos con el riego denunciado anteriormente se continuó con la práctica prohibida de arrojar líquido sobre los residuos, pero ahora a gran escala mediante camión y mangueras por tierra, helicóptero por aire, y con el conocimiento y beneplácito tanto del Sr. presidente de la Diputación como del concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora, y de esa manera lo narran en documento sonoro recogido por un medio de comunicación zamorano, también son abundantes en prensa los documentos gráficos que muestran esta actuación», «esta forma de actuar, temeraria e inútil, también se encuentra explícitamente prohibida en la autorización ambiental concedida al vertedero, por inútil, ya que no sirve para apagar el fuego en un vertedero, y por temeraria, porque con tal cantidad de agua arrojada se aumenta sobremanera el volumen de lixiviados, pudiendo superar la capacidad de recogida de la balsa destinada al efecto y arrojar vertidos contaminantes al arroyo de las Gabias, curiosamente colindante» relata la formación leonesista.

Visiblemente enfadados, desde UPL han afirmado que: «Este proceder, reconocido como inútil por las autoridades anteriormente citadas, y aún así llevado a término, ha generado preocupación entre los habitantes de la zona, ya que tienen tomas de agua para consumo en cauces que temen hayan sido afectados y desconocen como se ha gestionado ese excedente de lixiviados, ya que sospechan que no sólo hayan llegado al arroyo antes mencionado, sino al que éste desemboca, el arroyo del Zape, y de ahí puedan haber llegado al Duero, a escasa distancia del vertedero, no sería tampoco la primera sanción que recibe el CTR por la contaminación de cauces, por ello hemos solicitado a la citada consejería que abra la oportuna investigación e informe del resultado a los vecinos del barrio de Carrascal.

También aseguran que no finalizan ahí las irregularidades acontecidas en este último incendio en el CTR de Zamora, incendio que finalmente fue sofocado asfixiándolo con arena, no con agua, reconociendo los responsables el peligro que existió de que el fuego hubiese sobrepasado el perímetro del vertedero y provocado un incendio forestal.

Reiteran que, este y otros incendios anteriores acontecidos en este CTR no se producirían si la práctica de cubrir los residuos no se realizase solamente cuando sucede un incidente de este tipo, que es lo que se está haciendo según se deduce de las declaraciones de los responsables intervinientes y de una simple observación del vaso de rechazos, porque no es un obligación puntual que se pueda realizar a capricho, es una obligación diaria tipificada en la autorización ambiental otorgada a esta explotación, y que se incumple por sistema.

Textualmente dice la obligación impuesta al vertedero provincial: “se mantendrá el sistema de cubrición de los residuos al final de cada jornada laboral con una capa de arcilla u otro material adecuado, de al menos 20 centímetros de espesor. En caso de que no fuera posible por las condiciones meteorológicas y estado del terreno, se procederá a cubrir los residuos lo antes posible”.

Esta permisividad en el incumplimiento de la normativa ambiental en el vertedero provincial hace pedir a los vecinos de la zona el cierre de ese centro, pues no se fían de cuantos incumplimientos más se pudieran realizar, ya que si se permiten infringir los que son observables a simple vista, sospechan que con más impunidad se realizarán los no visibles, y se encuentra muy próximo al núcleo urbano de Carrascal y al polígono de Los Llanos, por lo que pudieran verse afectados por esta mala gestión.

Por ello, desde UPL, han solicitado a la mencionada consejería que realice las comprobaciones que estime pertinentes, abra el oportuno expediente y adopte las medidas necesarias para hacer cumplir en toda su extensión la autorización ambiental otorgada al Consorcio Provincial Regulador para la Gestión de los Residuos Urbanos de la provincia de Zamora para el Centro de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos ubicado en el término municipal de Zamora, se dicten las instrucciones necesarias para evitar el riego de los residuos, el uso ilegal de lixiviados y se exija la cubrición diaria de los residuos, y así mismo, se depuren las responsabilidades a que hubiere lugar.