En contra de lo que se tiende a pensar, la mayor parte de los aspectos decisivos del ámbito empresarial están relacionados directamente con la comunicación interna. En función de cómo se module y oriente, es posible estimular una buena calidad de vida, un entorno laboral saludable y, por consiguiente, minimizar la fuga de talento, la rotación de personal, la desmotivación, la insatisfacción laboral y, por supuesto, los índices de productividad. Pero, ¿hasta dónde llega su impacto?
A continuación compartimos contigo algunos de los principales beneficios que la comunicación interna y la cultura corporativa pueden generar sobre proyectos, marcas y empleados.

Enriquece la cultura corporativa: Un motor de desarrollo

La cultura corporativa constituye uno de los pilares fundamentales de cualquier empresa. Lamentablemente, aún tiende a ser infravalorada o, incluso, asociada a definiciones reductoras. La cultura corporativa va mucho más allá de los discursos persuasivos que se desarrollan a partir de campañas publicitarias o acciones promocionales. Se trata de la filosofía básica que mueve todas las dinámicas de trabajo y está compuesta por una serie de valores fundacionales cuyo impacto es especialmente determinante en la esfera interna del negocio. Esto implica, la base de la identidad que vincula a todos los empleados en un mismo equipo y, por lo tanto, un carácter esencialmente humano. ¿De qué forma tiene en cuenta y valora la empresa a sus trabajadores? ¿Qué tipo de facilidades o recursos les proporciona en su vida cotidiana? La cultura corporativa responde a cuestiones de este tipo y, a lo largo de los últimos años, ha pasado a adquirir un papel protagónico en el tejido empresarial.

Diseñar, mejorar y cuidar la cultura corporativa permite generar una sensación de pertenencia, construir una historia común y participar de ella desde una dimensión emocional. Gracias a ella, las empresas pueden adquirir un factor diferencial frente a sus competidores y, aunque sus beneficios directos redundan sobre el equipo interno, también constituye una importante fuente de oportunidades para fortalecer los lazos con los equipos externos y, en general, con el mercado.

Mayor compromiso y profesionales más involucrados

El compromiso que los trabajadores desarrollan con el buen desempeño de sus funciones depende directamente de su grado de satisfacción laboral. Más allá de los condicionantes de tipo laboral (condiciones contractuales, períodos vacacionales, incentivos…), existen otras variables que pueden influir en su bienestar y cuyo impacto es de tipo psicoemocional. Sentirse reconocidos, valorados y escuchados puede cambiar su autoconcepto dentro del proyecto. Además, la presencia de entornos y dinámicas orientadas al trabajo en equipo o la implementación de planes de formación adaptados, pueden ayudarles a fortalecer habilidades y capacidades como la autonomía, la creatividad o, incluso, influir en el correcto desarrollo de su autoestima.
Dentro de todos estos recursos, existe un componente clave y transversal: La comunicación interna. De acuerdo con un estudio elaborado por Trade Press Service, el 85% de los trabajadores reconocen sentir mayor motivación cuando la dirección de la empresa establece comunicación frecuente con ellos.
Cuidar la comunicación interna puede ayudar a que los empleados comprendan mejor cuáles son los objetivos que se persiguen cada día. Además, gracias a ella es posible transmitir información determinante como la visión de marca, los valores corporativos o los objetivos globales de la empresa. Conocer esta dimensión de las empresas puede marcar la diferencia porque puede servir como contexto y dar sentido a todos los trabajos y funciones que se desarrollan día a día. Cada esfuerzo cuenta y, además, debe ser correspondido, no sólo por el resto de integrantes del equipo, sino por los superiores directos y, en general, por la cultura corporativa.
Cuando un empleado puede sentirse orgulloso y seguro en su entorno de trabajo, existen más probabilidades de que haga propuestas, de que se implique y de que rinda al máximo de sus posibilidades. Generar este ambiente puede derivar de forma directa en un incremento de la productividad y, en última instancia, en un mayor volumen de beneficios.

Prevención de la pérdida de talento

Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las empresas que descuidan la comunicación interna es la fuga de talentos. La constante rotación de personal es un indicio claro de que algo no funciona bien. Es evidente que ningún empleado abandona un empleo que le gusta y en el que se siente a gusto.
Al fin y al cabo, crecer y envejecer dentro de un proyecto o una empresa es algo que puede condicionar todos los ámbitos de la vida. La decisión de continuar y aportar valor a largo plazo depende de factores como las funciones que el empleado debe desarrollar, su retribución, el tipo de compañeros y las relaciones que se establecen a nivel interpersonal, el grado de comodidad o el hecho de sentirse integrado y escuchado. Por supuesto, aunque existen factores que son relativamente independientes, la mayoría de ellos están vinculados de forma directa o indirecta con la comunicación interna:
De acuerdo con una encuesta elaborada por Harris Poll, el 70% de los empleados son más leales a una empresa si ésta se comunica de forma clara con ellos.

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